Ante una cuestión de Estado, ¿por qué en vez de dictarle remedios a través de los medios Sánchez no habla directamente con Rajoy? Con lo fácil que es marcar un número de teléfono y quedar para hablar, o seguir haciéndolo por el propio teléfono… Y todos saldríamos ganando, comenzando por él mismo. Porque la matraca del federalismo, remedio que repugna hasta a los mismos enfermos de nacionalismo, ya hiede.
No es la catalana la única cuestión en la que el secretario general socialista muestra entre sus carencias la de la lealtad, virtud básica que los responsables políticos han de guardar si realmente quieren resolver problemas. La corrupción es otra, y no menos grave.
Cuando el socialista tiene en casa un par de centenares de colegas cogidos con las manos en la masa y, como si en ello le fuera la vida, ampara a los expresidentes andaluces responsables del mayor escándalo, los EREs, cursos, y demás ingenios sacaperras perpetrados en Andalucía, por qué no dedicar sus mejores esfuerzos a concertar con el responsable de la otra merdé nacional, la de los populares, un plan de limpieza en siete días. Sería la forma de acabar con esa bobada de la casta, y de obligar a seguir los mismos pasos a cuantos han tocado poder, llámense comunistas o republicanos catalanes -¡tiempos aquellos del tripartito!-. Continue Reading ▶






