Sánchez y su grímpola anti OTAN

Rutte protegido frente a Sánchez tiempo atrás.

Tenía que adornarse con algún malabarismo para distraer la atención. Y se fijó en la OTAN; nada hay mejor. Estamos demasiado lejos de Putin como para cobrar conciencia del riesgo, sentir el miedo que ha impulsado a sus vecinos a sacudirse el 5% de sus recursos por lo que pueda pasar. Continue Reading

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Las riendas del poder

El auriga entra con mala cara en el Congreso.

Dice el capitán que no puede soltar las riendas del poder. Literalmente: “Entregar las riendas del país al PP y VOX sería una tremenda irresponsabilidad”. He ahí la razón de su sacrificio, auténtica inmolación. Atado de pies y manos a su misión progresista, presume de acaudillar el último partido socialista europeo. Continue Reading

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El capitán tiene hambre

Sánchez y sus manos derecha e izquierda. Ábalos y Cerdán.

En el ocaso del sanchismo todo sigue siendo insólito. Ríase usted de los diálogos publicados el jueves pasado entre los peones del Capitán. Ciertamente, muy flojo de memoria y una conciencia atrofiada hay que tener para ahora repudiar a Koldo, guardián en su día de los poderes para las primarias que le prestó la militancia.

Ese no es de mi confianza” dijo queriendo marcar diferencias entre este sinvergüenza y los otros dos, los secretarios de organización del partido “limpio”. ¿Limpio, si baboseaban ante la pasta ordeñada a la sombra de mascarillas sanitarias, obras públicas, o quiebras empresariales? ¿Limpio enchufando putas en instituciones púbicas, o cuando se las disputan sin saber dónde pasar la noche llegan a un amistoso, “o quédate las dos, y a tomar por el culo”?

Por cierto, ¿serían de esta ralea las conversaciones que los cuatro mantuvieron en el Peugeot durante el año de la reconquista de las bases? ¡Qué nivel tenemos al frente de la nave!

El Capitán está por encima de las tormentas, su misión es llevar hasta el final el gobierno de coalición progresista. El caso es que nos saldrá carísimo.

Los chantajistas que le tienen cogido por sus debilidades nunca hallarán mejor momento y escenario para exprimir la ubre pública por exhausta que esté. Entre las exigencias de la defensa y la carencia de presupuestos, el Capitán tirará de la deuda con más fervor de lo que viene haciéndolo.

Y, naturalmente, si falta hiciera, el Museo del Prado se instalaría al pie del Tibidabo, o del monte Gorbea, depende del empeño y votos que pongan sobre  la mesa los golpistas catalanes o los exterroristas vascos. Tan difícil es lo de la amnistía, y ahí está.

Pero quizá no pueda alargar su salvífico mandato como prevé; suponiendo que realmente así lo piense. En un tipo que hace un arte de la falacia, es posible que se sienta amenazado por una investigación sobre la financiación ilegal del partido, punto éste sobre el que pocos dudan.

Procedimientos español y europeo, dado el origen de los fondos asaltados. Lo de la auditoría, aprobada ayer precisamente, y a continuación otra independiente y las que hagan falta porque desde Filesa el “partido limpio” aprendió a manejarse en a, en b, en c, y hasta desde Venezuela.

Realmente no hacen falta más capítulos de esta saga que ha dejado la de Santiago Segura y su Torrente el brazo tonto de la ley en una secuela de Alicia, o de Blancanieves y sus enanitos. Muy negro tiene que verlo el Capitán para desenvainar la cimitarra contra Feijóo, Ayuso y Moreno. Y qué decir de los ditirambos dedicados a la gestión del gobierno progresista, el mejor en la historia democrática de España, cercado por la peor oposición de la misma historia.

En todo caso, muy negro ha de ver el horizonte. Cerró su comparecencia diciendo que ya estaba bien, que eran la cinco y tenía hambre. Y tras saciar su apetito, desmaquillarse y hacer como que hablaba con su vicepresidente segunda, se aprestó a lo suyo: restaurar el muro y rodearlo de tierra calcinada.

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El fiscal, Pumpido y la línea Maginot

Búnkeres restos de la línea Maginot francesa.

La mayor línea de resistencia construida en Europa la armaron los franceses, la ligne Maginot, en los años 30 del pasado siglo.  Cien años después, un tal Pedro Sánchez ha replicado la iniciativa tomando la Fiscalía, el Tribunal Constitucional y la Abogacía del Estado como cosa propia… por lo que pudiera pasar. Y está pasando.

De la Maginot quedan los restos de búnkeres, hoy conservados para entretenimiento turístico; a pesar de los planes, años y tres mil millones de francos invertidos en su construcción Francia sucumbió.

Hoy y aquí, la resistencia berroqueña del fiscal general tiene el valor de la primera fortificación en un campo de batalla. Ejemplar personaje García Ortiz que no hizo más que lo que debía hacer, repite la salmodia el coro de cantamañanas que, en defensa de Cerdán, de Begoña, antes de Ábalos, etc., inmolaron sus manos hoy abrasadas por el fuego de los hechos.

El Fiscal resistirá mientras nuevos hechos no den al traste con su numantino empeño. La inconsistencia de su situación le aboca al papel de muñeco del pimpampum arrastrado por los vientos de un papel o la grabación comprometedora de cualquier ex camarada de toda confianza.

A su favor tiene el lento tempo de la justicia; en contra, el inicio del desmoronamiento del aparato sanchista del cual forma parte sin vergüenza alguna. Cuando ayer se atrevió a decir que su deber es resistir para defender la independencia de la fiscalía, alcanzó las más altas cotas de inverecundia.

A Conde Pumpido le llegará su némesis desde el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Su reciente informe sobre la inminente ley de amnistía es demoledor, nuestro Tribunal Constitucional está a punto de prender un puro con sus hojas, pero de las brasas surgirán las llamas de una sentencia más explícita. Lo de la “autoamnistía” no es broma tolerable en los Estados de Derecho.

Por otra parte, el hecho de que alguna de las víctimas del aparato sanchista renuncie a ser defendida por la Abogacía del Estado, como se les ofreció, revela el respeto que merece el, en otros tiempos, ilustre cuerpo de funcionarios.

Todo cuanto el autócrata toca termina convertido en víctima propiciatoria de su resiliencia. Víctimas hasta ahora sumisas, como las vírgenes al sacrificio en las tragedias griegas, están comenzando a despertar a la pedestre realidad: ¡el caudillo está desnudo!

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La banda del Peugeot

Ayer, despedida adelantada en el Congreso.

Eran cuatro, Koldo, Ábalos, Cerdán y, al volante, Sánchez. Así comenzó la reconquista de su poder en el PSOE, perdido al descubrirse la urna camuflada tras un biombo. Sánchez salió escaldado de Ferraz pero, encendido por Begoña, recorrió la península en su Peugeot arropado por sus íntimos.

Tres personajes de gran calado, que emergieron de los bajos fondos para llevar sobre sus hombros hasta la cumbre al primer ministro actual, para unos “el número uno”, “el puto amo” para otros, o simplemente el presidente, que es como él pide ser apelado.

Once años de intimidades, confidencias, hasta el pernoctar juntos, no han bastado para que el contrito Sánchez, revivido esta tarde en Ferraz, llegara a conocer la catadura de sus escuderos. Del tercero, qué decir; desde la puerta de un puticlub hasta mangonear ministerios y grabar cuanto hoy incrimina a sus compañeros.

Los dos primeros espadas, secretarios de organización, los alfiles omnipresentes en la vida del partido, han gobernado sus estructuras, distinguen o eliminan a sus apoderados locales, pagan cuentas, mandan cuartos para por lo que haga falta; en fin, son los primeros apoderados de Su Persona.

Si al cabo de once años no llegó a enterarse de cómo son, Su persona es gilipollas, con perdón. Ahí sí que hay una responsabilidad política insoslayable.

Aquel número uno de la histórica socialdemocracia europea, Willy Brandt, dimitió nada más enterarse de que su secretario trabajaba para los soviéticos. Claro, era alemán y con su decisión se hizo respetable para todo el mundo.

La conferencia de prensa que ayer Sánchez tuvo que dar fue un escándalo de proporciones parejas al objeto de su convocatoria. El tono mustio adoptado para pedir perdón por el escándalo Cerdán no llegaba a opacar la burla que subyacía en sus gestos y palabras mentirosas. Con su presencia en la sede del partido buscaba encapsular el problema en él, liberando así al Gobierno del que el despedido Cerdán no formaba parte.

Pero si los indicios de cohecho detectados afectan exclusivamente al número tres del partido, lo de la organización criminal apuntada va mucho más allá. De momento ya tiene tres señalados, los tres acompañantes del Peugeot. ¿Llegará hasta el cuarto?

Fiel a sus genes, no se limitó a sacudirse el polvo de tanta mierda como la tal organización ha venido acumulando, no; tuvo que hundir su aguijón en las espaldas de la oposición, como el alacrán sobre la ranita que le ayudaba a traspasar las aguas del río.

El ocaso no ha hecho más que comenzar; ahora todo depende de cuán prietas marchen sus filas y cuánto se demore el amanecer del escándalo siguiente.

 

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Libertad sin ira

Jarcha, los autores de «Libertad sin Ira», años 70.

El número de las lenguas regionales es como para pensárselo dos veces antes de emprender otra batallita en suelo europeo. España haciendo el ridículo por satisfacer el chantaje de un chiquilicuatre catalán. Hace pocos días el sanchismo se apuntó otra gesta oponiéndose a algo tan elemental como fijar el umbral del 5% nacional para tener representación en el gran parlamento. Pero la bola sigue rodando.

Sánchez se divierte monitoreando al ministro Albares allí donde pueda hacer perder el prestigio de la nación. ¿Cómo no va a ser así cuando trata de complacer a vendepatrias organizados precisamente para cargarse la nación? ¡Cuánto mejor nos iría a todos si aplicásemos aquí dentro la exigencia de un 5% sobre el total nacional a esas minorías! Sin Frankenstein todos dormiríamos mejor.

Habrá quien piense que todo este sin fin de disparates pueda regocijar a algunos; yerran. Asistir a la descomposición de cualquier cosa, sobre todo cuando forma arte de nuestro entorno, salvo excepciones patológicas no es plato de buen gusto para nadie. Los ciudadanos en libertad aspiran a ver al timón alguien capaz de sentirse servidor de todos, unos y otros. Precisamente lo que no tenemos.

A partir de ahí comienzan las desgracias. Muros y zanjas para dividir a la gente que, como decía aquella copla que iluminó el nacimiento de la democracia, tan solo pide vivir su vida, sin más mentiras y en paz.

Libertad sin ira” podría ser un buen argumento para restaurar los puentes socavados por la torrentera imparable de aguas negras. Borrar el rencor de viejas deudas y abrir puertas y ventanas a la concordia marchita es posible. Está entre las manos de millones de españoles que sólo necesitan creer en su propio poder.

No hace falta mucho más para dejar de hacer el ridículo ante el mundo y por las noches, llorar por el paso de un tiempo baldío que se hace eterno.

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