Cita en Moncloa

Ayuso en la Cámara autonómica de Madrid

El respeto a uno mismo es la almendra de la personalidad de los hombres y mujeres libres. Por ello no es de extrañar que la presidenta Ayuso, en defensa de su honor, mancillado con empeño por Sánchez, considerara no participar en la ronda de encuentros organizada por el primer ministro con los presidentes autonómicos, de uno en uno y en la residencia presidencial. Continue Reading

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Cómo salimos de ésta

Ulises resistieneo el canto de las sirenas.

Cunde el desánimo. Al común no le salen las cuentas. El Congreso está atado y bien atado por el primer ministro. Claro, dicen algunos, que también estaba requeteatado el régimen anterior y mira cómo terminó.

Cómo el franquismo pasó a la historia tal vez sea interesante recordarlo en cuatro líneas. No fue barrido por ninguna ola social, ni por la ocupación de sus instituciones por dobles agentes. Fue demolido desde dentro por españoles conscientes de su responsabilidad, ciudadanos que saltaron las líneas rojas para abrir un ancho horizonte de convivencia con los que estaban enfrente. Continue Reading

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La nave comienza a hacer agua

La independencia de un fiscal general, entre Conde Pumpido y una vicepresidenta del Gobierno.

Hace poco más de siete meses, el día 14 de marzo concretamente, el Fiscal General del Estado Álvaro García Ortiz mantuvo una tensa conversación telefónica a través de wasap con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra. Comenzó temprano, a las 9,03 horas: “Ya tenemos nota”, comunicó a su subordinada. A las 9,25 añadió otro mensaje: “Es imperativo sacarla”. Y doce minutos después, la conminó: “Almudena, no me coges el teléfono. Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato.” Continue Reading

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Qué más hará falta, señor

La prensa abrió el camino a la Justicia

Plinio el Viejo, a quien tanta historia debemos, contó que un amigo pintor tenía como principio la máxima nulla die sine línea. Los latinos entendían por línea el hilo de lino sobre el que Apeles se obligaba a pasar a diario su pincel. Con el tiempo, ya en el XIX, Zola, grabó la sentencia en la chimenea del salón en el que escribió el histórico “J’accuse” publicado por el diario parisino L’Aurore. Era una carta al presidente de la república francesa en defensa de Dreyfus, un militar judío acusado en falso de espionaje. Le costó el destierro a Zola, y con el tiempo, el militar fue rehabilitado. Continue Reading

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¿Acaso hay algo que funcione?

Del siglo de oro.

Lo peor de lo que nos pasa es que los que están donde se manda a veces quieren mandar. No les basta con estar y disfrutar, no; de vez en cuando se activan y de ahí vienen los males. Con lo tranquilos que todos estaríamos si cesaran de llover sobre nosotros tantos errores, estupideces y villanías. Continue Reading

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Globalia, palabras mayores

Bagoña explicándose

Quitar las manos del juez de lo concerniente a la influencia que pudo tener Begoña en el salvamento de Globalia, la sociedad holding de Air Europa, es como echar un velo sobre el gran asunto de la corrupción que gravita sobre su marido.

La presencia de Sánchez en la aprobación del Gobierno a la concesión de millonarios favores a la empresa dirigida por Hidalgo Jr., amigo y promotor de las actividades de su mujer, apesta a tráfico de influencias.

Eso es, era o será quién lo sabe, lo mollar de la actuación de la Justicia sobre el ”caso Begoña”, ahora reducido a los teje manejes de la señora con el empresario Barrabés y, entre otros, con la Universidad Complutense que velozmente ha procedido a eliminar las huellas de una aventura académica sólo posible bajo el nuevo principio de “aquí cabe todo, quién te va a parar”.

En cualquier caso, un mal día para el sanchismo, cada mes más embarrado en el fango tras el que pretende ocultarse. Habrá que ver cómo diluyen la complicidad con Aldama, otro de los amigos hoy detenido en otro maloliente affaire. ¡Regeneración! acaban de decir mientras les cae la del pulpo.

El final de ensoñaciones, como la que viene excitando al inquilino de la Moncloa, no suele radicar tanto en la oposición de sus adversarios como en su propia realidad. La tramoya sobre la que se asienta el gobierno Frankenstein, es la coyunda de intereses diversos que mantiene uncidos a unos y otros mientras vean satisfechos sus personales intereses. Pero cuando se entrecruzan aquello se convierte en el puerto de arrebatacapas y los hilos de la soga acaban saltando por los aires.

De ahí el tópico de que el poder, más que ganarlo la oposición, lo pierden los gobiernos. Es lo que está sucediendo ahora y aquí, el hic et nunc de la catilinaria de Cicerón. ¿Qué oposición ejerce el grupo parlamentario del mayor partido de este país si no repara en la enmienda que el sanchismo introduce en una ley para sacar terroristas a la calle? La aurora boreal embelesó por igual al resto de los opositores.

Que el cambio vaya a producirse por obra y gracia de algunos jueces no es cuestión sencilla, habida cuenta del control de la fiscalía general y de la abogacía del Estado, transustanciados en instrumentos de defensa de los intereses personales o familiares del primer ministro.

La independencia de los tres poderes que conforman un Estado de Derecho está seriamente dañada; la de los medios de información, amenazada cuando no colonizada. Y en medio, una sociedad inerte a la espera de aún no sabe qué porque no halla referentes que la liberen de su abducción.

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