Beatriz Talegón, que hace un par de años dijo que detrás del 15-M podía estar la derecha, sigue haciendo el gamberro en cada escenario en que le dan papel.
Fue secretaria de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas, organización en la que cobraba 2.500 euros mensuales en Viena y desde la que se despachó contra sus mayores, los líderes de la Internacional de verdad, reunidos en Lisboa. Poco antes de cumplir los dos años salió en un congreso que el setenta y siete por ciento de los miembros del presídium forzó antes del plazo previsto.
Previamente estudió Derecho, fue concejal en un pueblo manchego, del que salió para dar clases de música, y se creyó a pies juntillas aquella disparatada Operación Palace que Évole montó en la Sexta sobre el golpe de Tejero.
Talegón le zurra a todo lo que se pone por delante. “Felipe empezó muy bien, ahora ya está derrapando”, dijo hace un año en La Cuatro, el mismo día que dictó a Leguina: “abandone las filas socialistas”.
El grotesco espectáculo que dio en la tele de CLM hace un par de días prueba hasta qué punto puede degradarse la compostura de un personaje público. O su talante, lo que resulta más grave. Continue Reading ▶






