Patriotismo

Tiempo de patriotismo

Tiempo de patriotismo

¿Está el patriotismo en movilizar mareas blancas o azules, sabotear pactos sociales, deslegitimar instituciones, descuadernar los sentimientos de los más débiles, manipular la realidad, malversar nuestro dinero, robar o encubrir al ladrón y demás lindezas que adornan el panorama de tantos políticos que han conseguido que la política apeste?

De tan poco sentirlo, y de practicarlos ni hablamos, el patriotismo es un concepto fosilizado. No es el nuestro tiempo de caballeros, nos duró poco el paréntesis de sensatez que abrimos hace cuarenta años; entonces recuperamos las mejores banderas de nuestra Historia, la fe en un futuro que está en nuestras manos, que todos a una podemos escribirlo mejor. El futuro; los españoles se hicieron fuertes cuando supieron ver una meta en el horizonte de su tiemp; se desmoronaron ante fracasos del pasado como las pérdidas del 98, y enloquecieron en el 36 al romper todos los puentes entre las dos orillas.

La Transición fue un ejercicio colectivo de patriotismo. Fueran cuales fuesen las razones de cada cual, el hecho es que la dialéctica entre unos y otros cuajó una síntesis sobre la que se levanta la casa en que todos habitamos, hoy un tanto cuarteada por el tiempo y la falta de cuidados, y que algunos quieren demoler de noche; por sorpresa.

No somos gentes amantes de nuestra Historia ni tradiciones, ni siquiera las buenas. Parece como que se hubiera perdido para siempre la doble llave que el León de Graus echó sobre el sepulcro del Cid. Mientras británicos, franceses o norteamericanos, italianos o alemanes, reviven las hazañas de sus caballeros, fueran piratas o reinas, revolucionarios, músicos o poetas, en los últimos cuarenta años las luces de nuestro cine se han concentrado sobe la guerra y postguerra civiles con la misma hemiplejia de la memoria histórica subvencionada por el último gobierno socialista.

El reciente comentario del gobernador del Banco de España calificando de patriótica la política del gobierno Rajoy por salvar de la quiebra al país estaba anclado en la estrategia análoga con la que los gobiernos de Suárez y González salvaron España durante los primeros años de la Transición de la crisis en que la dejó sumida el franquismo.

Sí, señor Sánchez, así fue. Si usted supiera algo de la historia reciente de este país no se habría atrevido replicar a Linde que lo que no es patriótico es “aprobar amnistías fiscales ni bajar sueldos y subir impuestos”, atribuyendo a Rajoy lo que González, su mentor hoy, también se sintió en la obligación de hacer, y nada menos que en tres ocasiones, durante su mandato. Estupideces, las justas, por favor, que ya no es usted un tertuliano más en TVE.

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Posted martes, abril 14th, 2015 under Política.

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