Lamentable apuesta la del PSOE por un candidato sin talante de gobernante, sin más bagaje que unos recortes y apuntes mal apuntados, sin más programa que el de arremeter al de enfrente como supone que lo habría hecho Iglesias, el podemita no el fundador. Y así se pasó de frenada, no hizo una propuesta de futuro articulada, que es de lo que debía haber ido el debate, y frivolizó hasta el insulto. ¿No quedan socialdemócratas en España?
Rajoy ocupó ese terreno político con la mayor naturalidad del mundo, y es que la socialdemocracia es ya patrimonio bastante común de los españoles. El liberalismo es de lo que aquí no quedan ni vestigios. Cuando el candidato conservador repite que sus objetivos para la próxima legislatura comienzan por el empleo y los servicios sociales, ya está todo dicho.
Pero no es que se adelantara a su opositor y éste quedara desarbolado, es que el presunto socialista cargó en su primera intervención contra todo lo que se ha movido en los cuatro últimos años. Pudo haber comenzado a lo Martin Luther King, “Yo tengo un sueño…”, para sugerir a continuación alguna ambición que alcanzar con el apoyo masivo de los españoles; o en tono menor, con aquello no menos efectivo de Felipe González en el año 82: “El cambio es que España funcione”. Pero no. Continue Reading ▶






