Resulta que hay cuarenta y un senadores franceses que reclaman algo en favor de los golpistas catalanes; no se sabe exactamente qué porque también en Francia hay políticos expertos en hacer el payaso, fair le pitre.
Si un prefecto declarara la independencia de cualquiera de sus dieciocho regiones, o de los ciento y un departamentos, algo así como nuestras provincias, a los senadores-abajo-firmantes no les daría tiempo a fair le ridicule porque, sin necesidad de jueces ni de supremos tribunales, Macron, como Napoleón en su tiempo, habría puesto a buen recaudo al iluso en una loquería.
Eso sí, el prefecto en cuestión no habría podido disponer de una ley de independencia porque las regiones, ¡ay! no tienen cámaras legislativas, como en aquí, sólo Consejos que se ocupan de calcular cuántos euros debe enviarles el Estado central. En fin, tiene bemoles que en el país más centralizado de nuestro entorno salgan unos senadores pidiendo árnica a quienes quieren desguazar el nuestro.
Menos mal que aquellos Cien Mil Hijos de San Luis que acabaron con el trienio liberal son hoy sólo cuarenta y un senadores francos. Continue Reading ▶