La mayor faena que los populares podrían hacerle a Rubalcaba sería facilitarle el cumplimiento de su amenaza; vía libre la moción de censura. Poner cara de póquer y darle tantas largas como el de Solares necesite para hacer bueno el farol que se tiró amenazando con presentar un candidato a la presidencia del Gobierno, que de eso se trata en las mociones de censura constructiva que importamos de la Alemania de Willy Brandt.
Pero jugaba con cartas marcadas. Su intención no es hacerse con las llaves de La Moncloa. Para eso, además de los votos que no alcanza, es preciso un programa de gobierno, que no tiene, y soportar un debate sobre sus intenciones, no sobre las cuentas de Bárcenas, ni los sobresueldos, ni demás historias que a Rajoy se reclaman, y que es en lo que están.
¿Qué censura sería esa en la que abre las puertas de par en par a Rajoy para centrar el debate sobre su adversario y aspirante a ocupar su sitial en lugar de ocuparse de su propia defensa? Una falacia. Al común, esa masa de españoles que de vez en cuando son encuestados, seguramente les suena bien la palabra censura, pero Rubalcaba y cuantos se sientan en el hemiciclo, incluso los de la boina, saben que no es posible en las actuales circunstancias. Continue Reading ▶






