Sobre el arrepentimiento no era de esperar otra cosa. Lo anormal sería que los pistoleros dieran alguna muestra de contrición, ¿cómo cabe pedirles tal sentimiento si continúan militando en el mismo gang que ha producido más de ochocientos cincuenta asesinatos en toda España y en el país vasco cientos de desplazamientos?
Nuestras fuerzas de seguridad, con importantes asistencias del exterior, consiguieron desmontar su organización y el gobierno anterior les abrió la puerta para su reinserción en la sociedad, en la normalidad civil. Pero ¡ay! los etarras no pasaron de lo que llamaron un alto el fuero definitivo, como si a aquellas alturas estuviese en sus manos dejar de matar. Fue una de tantas ingenuidades de aquel presidente, el mismo que pactó con Mas el Estatuto que después hubo de pulir el Constitucional. Historias pasadas. Pero lo que sigue estando ahí es el gang, la banda armada que durante medio siglo manejó el pomposamente autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Continue Reading ▶