La oposición de los socialistas a una reforma electoral para elegir directamente a los regidores municipales es una muestra más del cinismo practicado en el mundo político de nuestros días. Porque tanto el PSOE como el PP serían las dos formaciones más favorecidas por el cambio. ¿Se trata, pues, de que sea el otro quien cargue con el coste de la operación mientras ellos se retratan en un frente de oposición con las minorías que les amenazan?
Claro que la reforma tiene objetivos políticos, qué iba a tener si no; en buena parte, los mismos que perseguían las propuestas que los socialistas hicieron no hace demasiado tiempo. Y alguno más, como los niveles alcanzados por la corrupción.
Una de sus causas primeras en las administraciones locales es el pago de los apoyos precisos para alcanzar el gobierno municipal. Sería sumamente clarificador un estudio riguroso sobre la relación existente entre las concejalías de obras o cualquier otro tipo de suministros y el voto determinante para la elección de un alcalde minoritario. Los casos del tránsfuga bien acomodado también son recurrentes.
Y no menos relevante el silencio con que los socios amparan comportamientos no lícitos. Esa suerte de omertá que en Cataluña, hoy tan de actualidad, ha permitido que tantos desmanes permanecieran ocultos.
Naturalmente cualquier cortapisa de naturaleza política para impedir el mal uso del poder siempre tropezará con la conciencia y sentido del deber de su titular. A partir de ahí la política sólo tiene un arma: la transparencia.
Transparencia desde el primer momento; es decir, desde la propia elección del alcalde. Que la voz del vecindario se exprese directamente en las urnas. ¿No es ese el sistema que utilizan ahora los socialistas para designar a sus dirigentes?
El PSOE es el más interesado en liberarse del abrazo de las minorías radicales que crecen por su flanco izquierdo. El pan para hoy que significaría hacerse con alcaldías sin mirar de dónde vienen los apoyos sería hambre para la siguiente cita con las urnas.
Buena parte de sus votantes no entendería la alianza de la socialdemocracia con unos actores sin guión ni historia conocidos, y cuyas únicas referencias se apoyan en los fracasos históricos producidos por dictaduras comunistas y otras piezas del muestrario populista que acostumbran a cristalizar bajo el frío de las crisis.
Buenas noches. Estaría de acuerdo con la elección directa de alcaldes, presidentes de comunidades autónonas y cargos similares, a un sistema de doble vuelta. E introducir listas abiertas, así como un sistema más proporcional que no castigue tanto a las minorías. Siempre en un acuerdo lo más amplio posible, sin imposiciones por mayoría absoluta y en la inminencia de unad elecciones en las que el partido del gobierno pueden perder la mayoría en muchad alcaldías y comunidades.
Tantas prisas y proximidad suenan más a oportunismo que a regeneración.
Saludos
Buenas noches,
Si, el PSOE sigue tan torpe como siempre, estoy de acuerdo. Pero señalemos a colación de este asunto que Rajoy vuelve de nuevo a tomarnos por tontos:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/rajoy-2013-nunca-modificare-ley-electoral-por-mayoria-3464095
¿Su palabra solo dura un año? ¿No se acuerda de que hay hemerotecas?
Saludos