El país no está para esperpentos, demasiados desconchones sufre como para dedicarnos a sacar brillo a lo más grotesco de la actualidad. Quienes fungen como políticos prefieren divertirse en las batuecas, generar chuscas situaciones o fingir apuros en vez de atender a lo perentorio; es decir, a todo un mundo pendiente de remedio tal y como lo está dejando el gabinete bonito.
Parece como si estuviera en riesgo el ser de la nación por los problemas de una ignara ministra podemita incapaz, entre todo lo demás, de devolver la confianza en su libertad a las víctimas, tras los abusos sufridos, del sí es sí. La excarcelación de un depredador sexual es un desatino culposo, merecedor del ostracismo de su responsable, y edecanes múltiples. Continue Reading ▶