Faltan unos cuantos días, pero desde que decidió darnos con las urnas en los bolsillos, todos los viernes son de dolores. Aquello de que el dinero público no es de nadie ha terminado formando parte del ADN sanchista; la lugartenencia de Calvo es una muestra de reconocimiento.
Dentistas gratis, sueldos gratis, matriculas gratis, guarderías gratis… y dos huevos duros que diría Marx el bueno. Alegría para el cuerpo sin parar en mientes, que otros vendrá más tarde a reponer la despensa. Es lo que viene pasando cuando el Estado cae en manos de este nuevo socialismo, tarea a la que en las últimas semanas se viene afanando con arrojo Pedro Sánchez.
Ya hizo el rodaje durante los nueves meses de su legislatura particular, legislaturilla por mejor decir; corto espacio de tiempo pero fecundo para quien va pisoteando lo sembrado mientras se las ingenia para seguir dándole en las narices a sus mayores desde la Moncloa. Pobre.
Recién pasado el verano el país comenzó a deslizarse por la pendiente, suave pero constante, que está aminorando el bienestar de toda Europa. Ajustes, despidos, la sequía agrícola, menos exportaciones y la amenaza del Brexit que se cierne sobre todos la Unión le importan un bledo; a vivir que siempre es verano. Continue Reading ▶