Demasiado despelote en todo el país como para no imaginar que el más largo período de convivencia democrática y pacífica pueda terminar con un portazo que haga temblar los cimientos.
Estamos revisitando la senda por la que países tan cercanos como Italia echaron por la borda el sistema con que anduvieron durante medio siglo, desde el final de la segunda guerra mundial hasta que el proceso judicial Manos Limpias acabó con el gobierno Craxi. Pero España no es la Italia capaz de ignorar las crisis y de convertir la inestabilidad en normalidad. De hecho, al socialista que hubo de refugiarse en Argel le sucedió su predecesor, el democristiano Amintore Fanfani. El mismo Fanfani que cuarenta años antes ya ocupó la presidencia del gobierno. Desde entonces, cinco veces presidente del consejo de ministros, una más de la República, en cuatro ocasiones ministro de Exteriores y otras tantas, presidente del Senado. ¿Cabe más estabilidad entre tanta incertidumbre?
Hasta que el personal se hartó, echó por la borda el esquema partidario con el que habían venido funcionando y… entregó las llaves al sinvergüenza de Berlusconi. Y así están, a merced de un cómico y del mismo delincuente que no cabe entender por qué no está en prisión. Continue Reading ▶






