Llueven a cántaros. Pocos llegan al nivel del ministro argentino de economía que no sabe hasta dónde llega la inflación de su país, pero el caso del presidente del CSPJ, el señor Moliner, hablando de los acosos a políticos aquí nos importa más.
Lo del gobierno de los Kirchner es cosa sabida, y que su inflación real puede llegar a triplicar la oficial, también. Pero que don Gonzalo Moliner presente los acosos como “ejemplo de la libertad de manifestación” es una solemne tontería que no se cura con los consabidos juegos de palabras sobre si no hay violencia…, si tiene carácter pacífico…, etc. Al titular de uno de los tres poderes estatales hay que exigirle un hilado más fino. No hace falta llegar hasta la violencia para conculcar los derechos a la libertad, intimidad personal, honor, etc. de la víctima del acoso. Continue Reading ▶






