La Justicia deja de serlo cuando no es ejercida en tiempo y forma. La parálisis que produce en los pulsos de la sociedad acaba cerrando las puertas a cualquier esperanza. Contemplar cómo el tiempo pasa sin que paguen sus cuentas los delincuentes, homicidas sigan campando por saraos y tertulias, o cantando sus palinodias los apologistas del terrorismo, quiebra cualquier brote de confianza. En eso estamos
Si a todo ello se suma la inquietud que provoca un poder ejecutivo silente ante el vendaval y la inconsistencia del legislativo, más interesado en sacar los colores al adversario que en satisfacer las inquietudes de sus representados, las capacidades del Estado tienen a cero. La sociedad, si sale de ésta, habrá demostrado que se basta y sobra para resolver su futuro sin necesidad de ningún andamiaje jurídico político. Continue Reading ▶