Que haya algunos centenares de individuos dedicados a ganarse la vida imitando a los nazis del brazalete con la araña de los años 30 a “señalar” a otros ciudadanos es de aurora boreal. Que haya quienes dicen comprender tal atentado y que los medios de comunicación colaboren a extender manifestaciones fascistas de esta naturaleza es aún más lamentable. Casi tanto como la pasividad con que la autoridad pública asiste a tales asaltos, señalamientos, marcaciones, etc.
Parece como si la Constitución sólo garantizase el derecho a la vivienda. ¿En qué país vivimos si el derecho a la integridad física y moral no está garantizado; o la libertad ideológica, o la seguridad, o el honor, o la intimidad personal y familiar y la propia imagen? Son todos ellos parte de los derechos de los ciudadanos libres que consagra la Gran Ley en su capítulo segundo, “Derechos y libertades”. Continue Reading ▶