Demasiados síntomas anuncian una crisis de consecuencias desconocidas. La politización de la justicia está propiciando situaciones grotescas, en las que magistrados de la Audiencia Nacional y miembros de la Fiscalía, por ejemplo, pugnan por ver quién cobra mayor protagonismo público.
Para ello, nada como actuar contra las leyes o los cuerpos de seguridad y seguir la corriente de la demagogia barata. ¿Qué demonios es la Audiencia Nacional para contrariar la soberanía nacional expresada en una ley?
Las organizaciones sindicales disfrazan sus identidades bajo columnas que llaman de dignidad y cosas parecidas. Ocurrencias para distraer la atención pública de su corrupción y someter a presión a las instituciones democráticas.
Visto que no tiene cosa mejor que hacer, la izquierda multicolor les secunda y renuncia a su papel representativo de una parte de la sociedad para presentarse como redentora, leninismo tardío. Y lleva hasta el ágora de la soberanía nacional a un magistrado prevaricador como si de pitonisa del oráculo de Delfos se tratara. Mas, ay, la sibila encerrada en aquel templo había de tener acreditadas vida y costumbres irreprochables, lo que no concurre en un condenado por el Tribunal Supremo. Continue Reading ▶






