Las encuestas reflejan el cabreo ciudadano por la inacabable ristra de corruptores y corruptos que asolan la vida nacional. Más que de conductas personales el mal ya parece endémico. Instancias, políticas, sindicales, empresariales, financieras, judirisdiccionales, cualesquiera que dispusieran de algún grado de poder han sido infamadas por esta pandemia. Sus dirigentes o responsables están paralizados, tal vez presa del desconocimiento de los límites reales del problema, hasta dónde puede llegar la mierda.
No es tiempo de palabras, promesas, ni siquiera de un par de proyectos de Ley, que siempre serán necesarios. Lo que la situación exige es abrir en canal los órganos infectados para drenar la podredumbre. Eso se llama desmontar organizaciones territoriales y entramados societarios, nombrar gestoras y los comisarios pertinentes. Estén o no próximas unas elecciones locales, porque luego llegarán las generales y pensando así los problemas acabarán resolviéndolos desde fuera. ¿Quién? Continue Reading ▶






