
Francisco y el alma de Europa
Hora era ya de escuchar palabras con sentido, ideas capaces de permitirnos sobrevolar la catarata de banalidades y estupideces que marcan la actualidad. Las dos intervenciones del papa Francisco en las instituciones europeas, el Parlamento y el Consejo de Europa, tuvieron la fuerza necesaria para levantar el aplauso unánime de personajes más dispuestos a la confrontación que a la concordia. Por algo sería.
La paz, los derechos humanos, la libertad, la cultura… muchos fueron los frentes que Francisco abordó, pero, sus palabras sobre el alma de Europa me parecieron especialmente significativas leídas desde España. Copio a continuación:
“… En esta sede siento el deber de señalar la importancia de la contribución y la responsabilidad europea en el desarrollo cultural de la humanidad. Quisiera hacerlo a partir de una imagen tomada de un poeta italiano del siglo XX, Clemente Rebora, que, en uno de sus poemas, describe un álamo, con sus ramas tendidas al cielo y movidas por el viento, su tronco sólido y firme, y sus raíces profundamente ancladas en la tierra. En cierto sentido, podemos pensar en Europa a la luz de esta imagen.
A lo largo de su historia, siempre ha tendido hacia lo alto, hacia nuevas y ambiciosas metas, impulsada por un deseo insaciable de conocimientos, desarrollo, progreso, paz y unidad. Pero el crecimiento del pensamiento, la cultura, los descubrimientos científicos son posibles por la solidez del tronco y la profundidad de las raíces que lo alimentan. Si pierde las raíces, el tronco se vacía lentamente y muere, y las ramas – antes exuberantes y rectas – se pliegan hacia la tierra y caen.
Aquí está tal vez una de las paradojas más incomprensibles para una mentalidad científica aislada: para caminar hacia el futuro hace falta el pasado, se necesitan raíces profundas, y también se requiere el valor de no esconderse ante el presente y sus desafíos. Hace falta memoria, valor y una sana y humana utopía. Continue Reading ▶