Pablo Iglesias es de los más listos de la clase. Se traga sin mayores ascos el comunismo residual, con lo que engorda su perímetro; el programa de mínimos pactado con Garzón hace más difícil aún la posibilidad de una coalición con los socialistas; abre la posibilidad de reducir a éstos el 26J a una tercera posición; rebaña escaños populares gracias al reparto con que son atribuidos por la ley D’Hont. En fin, deja el panorama político nacional hecho cisco, cumpliendo así la primera fase de su gran objetivo nacional.
De momento nadie parece haber sacado consecuencias de la lección. Toma el pelo a Sánchez ofreciéndole listas conjuntas para el Senado con el fin de quitar a los populares la mayoría que impide cualquier reforma trascendente. Y el socialista, naturalmente, pone pies en pared que enseguida le bajan sus conmilitones valencianos, dispuestos a ir del brazo con quien sea con tal de mantener el gobierno de aquellas tierras.
Los ciudadanos dicen alegrarse de que al fin el de la coleta se despoje de la careta reformista que tenía engatusado a su socio y candidato Sánchez. ¿Algo más? Pues no, que siguen sin querer nada con Rajoy. Continue Reading ▶






