El maestro Guerrero compuso dentro de su zarzuela “La montería” una milonga en la que el breve coro de tiples, en las zarzuelas las tiples solían ser breves, cantaba “Hay que ver, hay que ver, hay que ver / la ropa que hace un siglo llevaba la mujer…”. Lo recuerdo, tonadilla incluida, cada vez que leo las cosas con que el candidato Sánchez trata de engatusar al personal. ¡Hay que ver cuánta desfachatez!
Un solo ejemplo: hablar de subir el salario mínimo en puertas de una crisis es echar paladas de carbón sobre la hoguera del paro, como enredar con las pensiones para captar a quienes se le resisten. Sabe que no lo podrá hacer; o por decirlo mejor, debería saber. O aún peor: quizá no tenga idea de lo que le han escrito en el catecismo de campaña la noche anterior.
Tenemos un problema serio: el nivel educativo que ha esculpido la capacidad de raciocinio del españolito medio no da para poder sacudirse de encima tantas promesas falaces. Es terreno fértil para tragarse el truco del trilero; la bolita no se mueve del cubilete que lleva grabado a fuego el nombre del embaucador, pero ante la habilidad con que se mueve de izquierda a derecha y de un lado al otro el pasmado cae en la tentación de apostar por las apariencias… y perder. Continue Reading ▶