Sánchez quiere a Iglesias

Portada de la obra de Costa sobre la crisis y la doble llave al sepulcro del Cid

La realidad acabó aplastando las buenas intenciones de los mentores de Ciudadanos: Sánchez ha entregado su futuro a Iglesias. Lo confirmó tajante, aquel abrazo del 12 de noviembre rubricaba un matrimonio como los de antes, “hasta que la muerte os separe”. Y ante tal manifestación de indisolubilidad, no caben componendas. Casado demostró por qué no podía apadrinar el engendro sanchista-comunista y Arrimadas volvió a ver las cosas como son.

Sánchez seguirá pues adelante, incluso con faroles. No necesita gastarse mucho más con los sediciosos y secuaces; ellos saben qué es lo que le conviene. La coalición llamada de progreso es la llave capaz de abrir todas las puertas, desde las del poder judicial y la fiscalía general hasta las de la prisión Lledoners.

En este teatro del absurdo con que el sanchismo degrada la política nacional, brillaba ayer el parlamento de la portavoz Lastra reiterando por enésima vez que populares y ciudadanos serán los culpables de que Sánchez acabe en manos de los independentistas. Continue Reading

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Por los cerros de Úbeda

Precioso paisajer para perder el norte, el sur, el este… y aquel.

El 10 de noviembre, la ciudadanía mandó un doble mensaje: hacer un gobierno progresista y hacer un gobierno dialogante. Y hoy, en esta España de 2019 tocando a 2020, solo hay un Gobierno que pueda cumplir con este doble mandato electoral”. Iceta dixit.

Un gobierno progresista y hacer un gobierno dialogante; estoy de acuerdo. Pero no puedo estarlo con la segunda frase, porque el Gobierno al que se refiere el prócer catalanista es el que Sánchez ha urdido con Iglesias, y calificar de progresistas a los comunistas bolivarianos es una chacota. Al sanchismo, sin embargo, cabría otorgarle el beneficio de la duda, dado que en año y medio no ha hecho nada susceptible de ser calificado con ninguna categoría política.

Un colega socialista, López por más señas, le preguntó en un debate “Pero Pedro, ¿tú sabes qué es una nación?” y sólo consiguió la callada por respuesta. Hoy habría que preguntarle: “Pedro, ¿qué es el poder, tú para qué quieres el poder?”. Continue Reading

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Un Gobierno imposible

Como pollo sin cabeza, Sánchez corre hacia los oropeles del poder.

Con la venia de los republicanos catalanes Sánchez podrá ser investido, pero no gobernar. El acuerdo que firmara con los rufianes sería papel mojado pues la oposición tiene la fuerza suficiente para echar abajo las exigencias de ERC y JpC. Así de sencillo.

Habrá de conformarse con ir desatornillando las cuadernas de la economía española y, también siguiendo los dictados de su vicepresidente comunista, arruinar los sistemas educativo, laboral y de pensiones, y hasta prohibir la fiesta de los toros si tuvieran tiempo.

Y todo ello hipotecado a diversas minorías antisistema que acabarán dándole con la puerta en las narices cuando comprueben que nada de lo prometido se cumple; que han sido utilizados. Continue Reading

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El arte de cargarse un país

Consultas reales para encomendar la formación de Gobierno

Como hace cuarenta y dos años, hoy los españoles estamos dando al mundo un nuevo ejemplo de lo que una sociedad es capaz de alcanzar cuando en ello pone su empeño. Entonces fue el cómo organizar la convivencia en libertad pasando de la dictadura nacida de una guerra civil a una democracia por todos compartida. Ahora se trata de revelar el recorrido inverso, mostrando la capacidad del mismo pueblo para arruinar su patrimonio, para volver a las andadas que jalonaron los dos últimos siglos de la nación.

En un lóbrego compás de espera, los ciudadanos asisten al empeño de un político fracasado por coronarse jefe de Gobierno sin reparar en costes. Los resortes del Estado a su servicio han grabado dos imágenes falaces. La primera, que sólo él puede hacerse cargo de la administración del país. La segunda, que lo importante es que haya pronto un Gobierno, el Gobierno que él quiera. Continue Reading

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Domingo vuelve a donde nunca se fue

Plácido Domingo recibe los aplausos en Les Arts al término de Nabucco.

No es noticia que la mera presencia de Plácido Domingo agote las localidades del teatro en que actúa. Tampoco que sus salidas a escena provoquen salvas de aplausos. Pero el calor con que los públicos de Salzburgo, Verona, Viena, Hamburgo, Praga o Valencia acogen su vuelta por Europa tiene trazas de amparo frente al linchamiento programado por el feminismo radical travestido de KKK que le cayó encima hace unos meses.

No es el nuestro tiempo de principios sólidos. Vivimos en la modernidad líquida que describió el sociólogo Bauman, donde lo importante no es el reconocimiento, ser valorado, sino el mero conocimiento, simplemente ser conocido. Y así nos va.

El estudio, la integridad y la obra bien hecha no son ya las piedras angulares de nuestro mundo. Es más, en cuanto su presencia brilla en algunas circunstancias o personas se abren rápidamente procesos sumariales para su demolición. Continue Reading

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El bloqueo… real

Recibiendo como dueño de casa en medio del bloqueo

Cuando el eterno candidato habla de bloqueo se está refiriendo a lo suyo. Para Sánchez el país le necesita; él es la clave del arco constitucional, él la tabla de salvación sobre las revueltas aguas de la desaceleración y el paro rampante, él y sólo él sabe cómo resolver el sudoku catalán.

Por eso, tras la noche de resaca electoral, se apresuró a urdir un gobierno progresista, con los comunistas a la violeta -¿progresista con comunistas?, en fin-. Y ahora se extraña de que los demás no quieran servirle de costaleros.

Lo del bloqueo para la formación de un gobierno capaz de administrar los intereses generales de los españoles es una falacia más de las innúmeras que el personaje acumula en sus alforjas. Ha embaucado a medio país con la candonga de que la voluntad popular le dio un mandato claro: unir sus menguantes fuerzas con las no menos menguantes de los Sres. de Iglesias y Montero. Continue Reading

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