Hace más de doscientos años T. Jefferson vino a decir que la honradez es más valiosa que todos los juramentos. Juramentos, promesas, protestas y hasta querellas; de nada falta en el escándalo nacional, salvo que la honradez vuelva a tener curso legal en nuestro país.
Hoy es el partido en el Gobierno el centro de todas las miradas; también de indignación. Todo lo relacionado con la corrupción es viscoso; difícilmente se llega a saber hasta dónde pueda alcanzar. Pero en cualquier caso las gentes honradas han colmado su paciencia y el problema no tiene otro tratamiento que el de la cirugía a corazón abierto. Los buenos propósitos del caiga quien caiga nacen caducados, y las auditorías externas disponen de plazos muy cortos. Continue Reading ▶






