“Anteponen el poder a la justicia”, ha sentenciado el diputado Ábalos dirigiéndose al partido que le dio horas veinticuatro para salirse del mapa. Y, naturalmente, ha decidido quedarse.
Su conclusión es correcta. Políticamente está sumido en un escándalo de perfiles deleznables, pero más allá de la condena mediática no concurren en él, por el momento, causas formales de incompatibilidad con la representación que ostenta. El escaño de diputado es suyo, no del partido. Así lo tiene juzgado el Tribunal Constitucional desde hace muchos años, y en más de una ocasión. Continue Reading ▶