Y van… El último Ramón Espinar, el señorito de Ciencias Políticas, con beca posterior para investigar movimientos sociales, que compró en Alcobendas un piso de protección oficial sin pasar por la habitual subasta entre los peticionarios, tal vez porque su papá, el socialista Ramón Espinar era compañero del alcalde de Alcobendas en el consejo de administración de Bankia, el de las tarjetas black. De casta le viene al galgo.
Casta hay que echarle para comprar un piso, no estrenarlo y venderlo con una plusvalía de 30.000 euros, cifra que el castizo podemita rebaja achacando gastos, impuestos y demás. En cuestiones de pasta estos de la nueva política, los de la gente, son como los hijos de la luz, más listos que el hambre.
El sujeto Espinar, hijo, ya no es gente. Acumula dos puestos oficiales: diputado en la Asamblea de Madrid y el de senador designado por ésta. Y aspiraba a hacerse con el bastón de mando de Podemos bajo la protección de Iglesias, su mentor. Tal vez “la gente” ponga algunas trabas, visto lo visto; aunque también podría parecerles de perlas tener un mandamás con tamañas habilidades para ganarse en trece meses 30.000 euros habiendo invertido 140.000. Rentabilidades así, con los intereses al 0% , son dignas de subir al Libro de los Records. Continue Reading ▶






