“Usted siga en la televisión; yo quiero presidir el país”, así despidió Macron a Le Pen al finalizar el debate que mantuvieron a cara de perro en la televisión francesa.
El primero y último debate en la segunda vuelta de las presidenciales francesas fue un duelo brutal entre el populismo radical personificado por la candidata Le Pen y el reformismo no menos radical propugnado por Macron.
La primera incorpora todo lo necesario para explotar los agravios de los descontentos en la sociedad francesa, aguijonados por el terrorismo, el paro y el deterioro en amplios sectores de su capacidad de compra. Para ello se nutre de viejos recetarios, desde el nacionalismo fascista hasta el comunismo bolivariano. Propuestas, las del libro de petete. Sus primeras medidas, de resultar elegida: negociar con Bruselas la devolución de “las cuatro soberanías” y expulsar a los extranjeros en situación irregular.
Macron representa el polo opuesto. Su reformismo tal vez suene a chino en una sociedad esclerotizada desde hace decenas de años, incapaz de haber transformado sus viejas estructuras, incluso ante situaciones de emergencia como la reciente crisis económica. Continue Reading ▶






