Esto no tiene remedio

Vicepresidente y ministra, pareja con tres hijos. Lo de Nicolás y Elena Ceausescu no era una democracia.

Con Mi Persona en Moncloa, la situación que sufrimos no tiene arreglo. Es decir, mientras el embeleco dure los españoles estaremos pagando la incapacidad y chulería mendaz de un aventurero camuflado bajo la capa de un partido de Estado, respetable durante la Transición. Pero esto no es el partido socialista, esto no es socialdemocracia; esto es, simplemente, una peña choteándose del país al grito de ¡a vivir que son dos días!

Ayer el personaje dio una lección magistral en el Congreso de hasta dónde pueden llegar las malas artes para mantenerse en el machito. Le pregunta el jefe de la oposición, responde insultando sin causa, le contesta con datos verificados, y replica que Casado sólo sabe insultar.

Llega a extremos cómicos la falacia. Todo es pura filfa. Frente a lo cual, enfadarse no sirve de nada. Mantener la calma es el antídoto para salvar esta otra pandemia, la surgida de los laboratorios de La Moncloa, de efectos tan letales como las mutaciones británica y surafricana de la Covid-19.

Y al lado del doctor Sánchez, silla vacía de por medio, el profesor Iglesias, vicepresidente segundo que aseguró que dejará el escaño de diputado “antes incluso” de su dimisión como vicepresidente. Veremos. Porque el personaje mantiene una extraña competición con el presidente, quizá crucen apuestas, sobre quién puede llegar a ser más embustero.

En su despedid, se homenajeó a sí mismo – “porque fueron, somos; y porque somos, serán”, dijo- como parte de “quienes lucharon contra el fascismo durante la dictadura de Franco y por traer la libertad y la justicia social a España». Todo ello, después de recordar que hace cinco años dedicó su primera intervención en el hemiciclo a las generaciones que se jugaron «la vida y la libertad para devolvernos una democracia arrebatada«.

Hermoso brindis al sol si no fuera producto de una barata malversación de la historia del último siglo español. Qué va a decir este estrafalario neocomunista bolivariano residente en su villa de Galapagar, que aburrido de no hacer nada en el Gobierno de la Nación cambia de tablado por ver si el de una Comunidad le brinda más oportunidades. Este es capaz de saltar a los carteles con el eslogan “Comunismo es Libertad”. Para que se entere Ayuso.

PS.- Para compensar los efectos de la dilución del español entre tanta lengua vernácula, me atrevo a informar que el adjetivo “estrafalario” tiene dos acepciones en el DRAE:

1ª. Desaliñado en el vestido o en el porte. 

. Extravagante en el modo de pensar o en las acciones.

Vale.

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Posted jueves, marzo 25th, 2021 under Política.

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