Trump, Iglesias y Biden

Aquí alguien también dirá un día: «es hora de sanar las heridas del país» 

El mal ejemplo de Trump cala en los albañales populistas, de uno y otro extremo. Ahí está Pablo Iglesias, cargando contra el Gobierno que vice preside por haber salvado la vida de Leopoldo López. Dice el comunista bolivariano que lo que su gobierno tiene que hacer es seguir los pasos de Zapatero, ese es “el camino que tenemos que seguir los demócratas.”

Lo de nosotros los demócratas suena a lo “he ganado, y de lejos” que sigue bravuconeando el showman de pelo teñido después de haber perdido por más de cuatro millones de votos y haberse estrellado contra el muro de los 270 compromisarios.

Pero por si no bastara, el vicepresidente de Sánchez se regocija de que su jefe ¿? haya recibido al demócrata venezolano en Ferraz y no en La Moncloa; en la sede de su partido y no como presidente del Gobierno. La capacidad de esta tropa para desdoblar sus personalidades resulta admirable.

Naturalmente, Su Persona seguirá tragando lo que a Iglesias le salga del moño. Dos patriotas, presidente y vicepresidente, empeñados en alcanzar los niveles de fractura en la sociedad española que el neoyorquino ha conseguido en su país.

Así son los populismos; desde Hitler sabemos que hacer de la identidad religión tiene ese efecto, entre otros. Sólo cuando el sistema es lo suficientemente robusto, caso de USA, cabe evitar lo que los populismos pretenden hacer inevitable.

Que esta nefasta era de satanización en Estados Unidos termine aquí y ahora”, dijo Biden en su primer mensaje al mundo. Y a los suyos, más concretamente: “Prometo ser un presidente que no busca dividir, sino unificar; uno que no ve estados rojos o estados azules, que sólo ve a los Estados Unidos”.

Esto no lo aprenderán los populistas de aquí, empeñados en aprovechar el largo estado de excepción impuesto para romper las amarras de la Nación. Uno para seguir disfrutando de las canonjías de la presidencia y del poder de enchufar familia y amigos, como el yanqui; es el caso del doctor cum laude. El otro para terminar doblegando libertades, de información, educación, al emprendimiento o a la propiedad, bienes raíces de toda democracia.

Y ambos ciscándose en la Constitución para convertir el castellano/español en lengua muerta dentro de nuestra propia sociedad.

Es hora de sanar heridas en Estados Unidos”, proclamó Biden, ¿cuándo podremos empezar a hacer aquí lo propio?

 

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Posted domingo, noviembre 8th, 2020 under Política.

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