Prevaricando, la democratura lo necesita

 

 

Cuando una autoridad, un juez o un funcionario dicta a sabiendas una resolución injusta, dice la RAE que comete delito de prevaricación.

Mi paisano Tezanos es presidente de un organismo público dependiente del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, llamado Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuyo fin es “el estudio científico de la sociedad española”.

Tezanos no es juez, no sé si funcionario, pero de que es autoridad no cabe duda, como tampoco de que “dicta a sabiendas” lo que su organismo público produce. Entonces, la cuestión es: ¿las encuestas que dicta periódicamente constituyen realmente “un estudio científico de la sociedad española”?

Mi paisano es persona de probada inteligencia. Ambos coincidimos, tiempo ha, en el estudio de otro conterráneo común, Luis Araquistain, protagonista destacado en la primera mitad del pasado siglo del PSOE y, concretamente, por su influencia en la radicalización de Largo Caballero. Por eso no resulta fácil de explicar su paso de los libros y revistas a los cubiletes con que juega en la mesa de trilero en que ha trocado al llamado CIS.

Tiene años mi paisano como para pertenecer a esa España que ya no pinta nada, porque ahora les toca a Sánchez, Lastra y tantos otros que no tienen pajolera idea del partido que usufructúan. Podía hablar en voz baja, como tantos compañeros; o, por aquello de el que calla otorga, permanecer silente ante los desmanes de la recién instalada democratura. Pero no, Tezanos bajó a la arena para desfacer los espectros que perturban el sueño del que manda.

Y no tiene empacho en resolver que mejora el apoyo ciudadano a los perdedores de una moción de censura sin sentido y a quienes sufren el desdén, un día sí y otro también, de la nueva coalición de legislatura. Cosas de la bolita que esconde el cubilete del que nunca salió.

Ciertamente Tezanos no ha gravado conversaciones en la cárcel entre detenidos y sus abogados, pero los términos de la sentencia que condenó a un juez por prevaricación encajan en el juicio que las habituales manipulaciones del CIS merecen: “en los tiempos actuales sólo se encuentran en los regímenes totalitarios en los que todo se considera válido para obtener la información que interesa”.

Más madera, esto es la guerra; y así, a golpe de embustes y de imágenes retóricas de inmarcesible belleza como la del trumpismo lanzada hoy sobre Casado por el presidente plagiario, vamos consolidando la democratura.

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Posted miércoles, noviembre 18th, 2020 under Política.

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