¿A qué esperan?

Esta-dista

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Desvelada ya la deriva que ha tomado Sánchez, intentar formar un gobierno con los 180 escaños que se opusieron a la investidura de Rajoy, ¿a qué esperan los socialistas para largarle con un papirotazo de la Secretaría General del partido?

La pretensión de alcanzar la presidencia con 85 escaños, menos de la mitad de los que le apoyarían para conseguirlo, es un absurdo que pone en peligro la propia vida del partido. Más allá de regar desde el poder a cientos de militantes con los fondos del Presupuesto del Estado, el Gobierno Sánchez no podría dar un paso sin la bendición de los antisistema; sería, y por poco tiempo, un gobierno de Sánchez, no del PSOE. Estaría entregado a la voluntad de la estrambótica mayoría que su ambición personal está tejiendo.

Las engañifas apestan. Escuchar a su hombre en Cataluña que bienvenidos sean los secesionistas mientras no condicionen su apoyo a una expresa declaración pro referéndum es como la prueba del nueve que los escolares aplicada a la división; o al terrorista Otegui lamentando que los de Podemos  se distancien de los bilduetarras; o la batallita que libran Iglesias y Errejón vía tuits sobre si apoyar o rechazar los cantos de sirena que la panda de Sánchez les susurra en la intimidad. ¿Caben más trucos para saltarse a la torera las líneas rojas que le pusieron hace nueve meses?

¿A qué están esperando las gentes responsables que quedan en el PSOE? ¿Nada que decir sus frustrados electores, presos durante dos años de la demencia juvenil de tertuliano que llegó a dirigir el partido aupado por una camarilla de apparatchiks experta en socavar el suelo del que partían?

Mañana puede ser demasiado tarde. El destrozo que causaría Sánchez con los apoyos a su alcance, e incluso sin ellos, no está en los escritos.

No cabe esperar milagros, Godot nunca acaba de llegar.

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Posted viernes, septiembre 23rd, 2016 under Política.

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