Imbéciles en Estrasburgo

Circo en Parlamento Europeo

Circo en Parlamento Europeo

No llegan a la docena, pero los españoles no se merecen, merecemos, estar pagando a cinco imbéciles su estancia en el parlamento europeo. Además de joder, ¿qué hacen en Estrasburgo y Bruselas estas acémilas cuya contribución más brillante, su momento de gloria, fue ausentarse cuando hablaba su jefe de Estado?

Además de los republicanos catalanes, los proetarras de Bildu y una gallega, los eurodiputados Marina Albiol, Javier Couso y Ángela Vallina, de la llamada Izquierda Unida, colocaron sobre sus escaños banderas folklóricas y abandonaron el hemiciclo cuando don Felipe comenzaba su brillante intervención.

Albiol, toda una personalidad de la ciencia política, lamentó que el Rey no debatiera con los parlamentarios. Lástima que tampoco lo hicieran Hollande y Merkel… Si no se saben ni las normas que sustentan el funcionamiento del parlamento europeo, ¿qué hace allí, además de gastar nuestro dinero?

Couso estuvo ingenioso: «ni el actual Rey, ni su padre ni su abuelo han ayudado a desenterrar compatriotas asesinados por el fascismo«. Y nada digamos de Vallina: «legitimar la monarquía española es legitimar la última voluntad de Franco«.

Pobre Izquierda Unida ¿cómo va a tener algún futuro si aún sigue pendiendo del franquismo? Los restos de aquel PC que aceptó la bandera, la monarquía y que la soberanía nacional reside en los españoles sin intermediarios ya no sirven ni como material de derribo a Podemos.

Por cierto, el caudillo podemita volvió por sus fueros dejando por un rato su afición por el travestismo con el que pretende atraer votantes socialistas. Expresó Iglesias un gusto personal, como si al país le importaran mucho sus apetencias: «me gustaría que la próxima vez que intervenga un jefe del Estado que representa a España en una cámara de elección democrática, haya pasado por las urnas, aunque sea Felipe de Borbón«. Toma castaña; para valiente, el de la coleta y diseño lumpen.

Estas pequeñas miserias nacionales resultan risibles por ridículas, vistas desde Washington. Pero no por ello dejan de ofender a la dignidad nacional. Claro que el sentimiento de la propia dignidad no es atributo común a todos los ciudadanos, como ayer demostraron los imbéciles citados. Malo fue el chabacano espectáculo que protagonizaron, pero peor aún es que no caigan en cuenta de que si pueden seguir haciendo payasadas es porque los demás dejamos hacer, cosa que ellos niegan hasta a su jefe de Estado.

Hay que ser mendrugos…

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Posted miércoles, octubre 7th, 2015 under Política.

One comment so far

  1. vicente perez says:

    Y con buen sueldo,… esto si es tirar el dinero…creo que antes de enviarles a representarnos en Europa deberían pasar un rodaje y un examen mínimo de principios …son la pandilla de la gran vergüenza…

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