La ciudadana Villacís

Parole, parole, parole

Parole, parole, parole

La sra Villacís es un prodigio. De demagogia. Hoy la demagogia es algo más de lo que el término ha venido significando en español. Dice la RAE que es una “degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder”. Pues a todo eso de las concesiones y halagos hay que añadir “mentiras”. Mentira oficiosa (RAE: “la que se dice con el fin de servir o agradar a alguien”.)

La presencia de Begoña Villacís, candidata de Rivera a ocupar la alcaldía de Madrid es la quintaesencia de lo dicho.

Proyecto, cosas tangibles, sentirse representados… palabras sin más sentido que la cara bonita de la candidata. Que esa es otra.

Alguien parece haber dictado un nuevo canon de político en virtud del cual se precisa ser joven y más o menos físicamente agraciado por la naturaleza. Si saben hablar, mejor, pero tampoco es imprescindible. La carencia se suple hablando deprisa, tanto que apenas quede una idea en quien escucha. La razón es aplastante: no suele haber idea que transmitir. Esto va de imágenes.

Todo cuando se le ocurra decir al interlocutor que no acaba de entender nada, la candidata lo compra automáticamente: eso es lo que nosotros decimos, eso está en nuestro programa… El secreto está en hablar, sin parar, hasta la jaqueca.

Los impuestos han subido de precio (sic), dice la candidata Villacís; vamos a bonificar hasta el 90% las multas –toma amnistía-; la multa se te lleva la compra; el botellón no puede ser pero no se sangrar a una familia con las multas prescritas –viva la ley-; vamos a bajar los impuestos, sólo nosotros podemos hacerlo…

Parole, parole, parole… Lo cantaban Mina y Lupo, italianos de los de antes de la crisis. Pues eso.

Y si el político tiene experiencia mediática, el no va más. Villacís la tiene y, además ha trabajado en una oficina jurídica de vocación masiva, caso de Legalitas.

¿Nosotros la llave? No nos entregamos a nada, firmes en nuestras líneas rojas. Nada de coaliciones. Si los que vamos a ganar somos nosotros… Pero al medio minuto dice que el programa de pactos lo tienen muy claro: pactar por reformas.

¿Izquierdas o derechas?, que me lo expliquen. Yo fui pionera en votar Ciudadanos, y ¿antes? No sabe, no contesta.

Verborrea enlatada. Todo por el cambio… estético.

Compartir entrada:
Posted miércoles, abril 29th, 2015 under Política.

One comment so far

  1. Es la quinta esencia «cervantina»

Leave a Reply