Lamentan las buenas noticias

Avestruz con pantalones

Avestruz con pantalones

Hay pocas cosas más chuscas que ver cómo se algunos se cabrean ante las buenas noticias. El espectáculo se sirve gratis en los informativos y tertulias de cualquier cadena española.

Ya no es cuestión de la capacidad del españolito para autoflagelarse, histórico vicio en la convivencia nacional desde el siglo de oro. Ahora va de algo menos profundo; meras tácticas electoralistas. Quienes quieren ganar unas elecciones, y de elecciones el país va a ir servido en este 2015, han de engatusar al común como el trilero oculta la bolita con el juego de cubiletes, esa artimaña que la RAE define como “destreza o artificio con que se trata de engañar a alguien haciéndole creer lo que no es verdad”.

Eso es, ni más ni menos, lo que la mayoría de los partidos, oficialmente o a través de sus terminales mediáticas, sindicatos incluidos, está haciendo respecto de la marcha de la economía del país. Y no es menos sorprendente la pánfila confianza que muestran los acreedores de esa bonanza, incapaces de reponer en su sitio lo que la manipulación oculta. Con lo sencillo que les resultaría explicar algo así como “el mérito es de la sociedad, de ustedes que se han sacrificado durante tres largos años; nosotros nos hemos limitado a encauzar sin estorbar demasiado”. ¿Ven que fácil y claro resultaría?

Que el mismo día en que la EPA mostraba que hay cerca de medio millón menos de ciudadanos en paro que hace un año, y que en los últimos doce meses se han creado mil doscientos empleos al día, resultó espectacular que la secretaria de empleo que Sánchez tiene en el partido socialista, el portavoz de IU, los dos sindicatos y el partido magenta entre otros, y todos a una, lamentaran la buena nueva.

La excusa del empleo precario, la más generalizada, es especialmente lamentable. ¿Considerarán el trabajo una maldición, o será que ven en el paro una inagotable mina de votos? En cualquier caso eso, deplorable.

Y qué decir de las seis revisiones que el FMI ha tenido que hacer durante el año último sobre el crecimiento del PIB español. Hace tres días anunciaba en Pekín Blanchard, el economista jefe del Fondo, que Estados Unidos y España serán las únicas que entre las grandes economías crecerán en este 2015 sobre el dos por ciento. O que la directora del Fondo pusiera a España como ejemplo de cómo puede la Eurozona salir de la crisis, gracias dijo Lagarde al “gran trabajo en la aplicación de reformas estructurales”.

¿Han visto, oído o leído alguna señal positiva de los luceros del progreso?

Claro que nada está escrito ni el camino carece de sorpresas, como las que podrían dar las elecciones que hay por delante mientras el común no se sienta caminando en la buena dirección. En el WEF que se celebra estos días en Davos, el presidente del mayor fondo de inversión norteamericano, después de poner a nuestro país como modelo de reformas, alertó de las posibles consecuencias que puede acarrear el alto nivel de paro, joven especialmente.

Que Ray Dalio, uno de los cien personajes más influyentes del mundo, comentara que «en Europa están surgiendo partidos extremistas, como Podemos en España«, revela que cuando lanzan piropos saben de qué y de quienes están hablando. Y a su juicio el peligro trasciende de nuestro país: «si los moderados de Europa no actúan juntos y cambian las cosas de forma significativa, creo que hay peligro de que los políticos extremistas se conviertan en la principal amenaza para el euro.

Este es el tipo que tras pasar por Harvard y Princeton, formar de la nada el imperio Bridgewater, ganar la gestión de los fondos de pensiones del Banco Mundial, alertar a la administración norteamericana hace más de siete años de la crisis que se venía encima, etc. es capaz de hablar así de claro: “La Bolsa es un juego de suma cero. Para ganar más que la media tienes que coger el dinero de aquellos que se equivocan”.

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Posted viernes, enero 23rd, 2015 under Política.

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