Trending topic, suprema cursilada para hablar del minuto de gloria que crea personajes de la nada. La definición de personaje se está volviendo cada vez más sencilla: personaje es el que aparece en los espacios reservados a personajes.
Ponga usted la tele, abra los diarios por sus últimas páginas, ojee las revistas que exhibe el kiosco o asómese a un estreno cinematográfico y verá cuán estrecho es el mundo de los famosos. Y si en la peluquería se echa la Hola al coleto comprobará cómo se multiplican los ejemplares de esta fauna. “¿Y ésta quién demonios es para ocupar tres o cuatro páginas?”, se pregunta uno creyendo que lo hace para sí mismo; pero quia, la peluquera enseguida te aclara quién es con pelos y señales: “famosísima, todo un personaje, no ve cómo sale en las revistas de famosos”.
Pues la marea ha llegado hasta la política. Ahí tienen a ese personaje de laboratorio mediático, de corta y pega y voz aterciopelada de joven cura en período de rodaje, haciendo el numerito en la primera sesión del Parlamento Europeo.
Para atraer la atención el día de su estreno parlamentario, además de ir en mangas de camisa se fumó un puro con el tiempo establecido que cada cual tiene para decir lo que le venga en gana.
Lo que decía a la inmensa mayoría importaba un pepino, a juzgar por las caras con que asistían a la lectura de tan chusco discurso; necesitaba otro tipo de reclamo: la rebeldía ante la autoridad, en este caso el presidente circunstancial de la Cámara. Ni caso hizo a sus múltiples requerimientos para que dejara el micrófono, que su tiempo estaba más que sobrepasado, que respetara al resto de la cámara; cortesía, reclamaba el buen hombre. Pero nuestro compatriota, erre que erre, a la conquista de su minuto de gloria parlamentaria.
Como la impresentable navarra que en mayo espetó al hoy Rey si tendría “la honestidad suficiente” para someter a referéndum la forma del Estado. La pobre aclaró que lo que le pasaba es que quería dejar de ser súbdita para ser ciudadana, O la presentadora del canal Cinco que se partía el alma defendiendo la democracia venezolana y a su valedor en nuestra tierra, el eurodiputado de la coleta. Por cierto, para súbditos, los venezolanos.
Y hasta en el fútbol; de qué si no iba a haber sido trending topic mundial el uruguayo que muerde al contrario a plena luz del día y sin necesidad de que una luna llena despierte su licantropía. ¿Y aquel entrenador que metía un dedo en el ojo de su rival?…
En este tiempo nuestro de imágenes más que de realidades, alcanzar un minuto de gloria tiene escaso mérito, como corta suele ser la estela que deja a su paso. Al tiempo.