Junqueras y la democracia

Junqueras con Mas

Junqueras con Mas, por ahora

Oriol Junqueras impugna la forma del Estado plasmada en la Constitución. Junqueras no cree en la democracia parlamentaria. Junqueras no cree en las instituciones. Junqueras no cree en los jueces. Junqueras no cree en Europa. En fin, Junqueras rechaza las bases del único sistema con el que se gobiernan los países de ciudadanos libres que en el mundo son: la democracia representativa.

Acabo de ver su intervención de la pasada semana en el “24 horas” de TVE. La capacidad de este buen señor para engañar a los ciudadanos es grande, importante. Preguntado de mil formas sobre el desafío secesionista catalán se limita a un único mensaje: el pueblo es el soberano. No caben intermediarios, ni representaciones parlamentarias, ni instituciones salidas de las urnas; no. El pueblo de la nación –catalana, por supuesto- tiene que hablar. El referéndum no es sólo un derecho, es un deber democrático. Y la hora del diálogo llegará después de que el pueblo exprese su voluntad de independencia. Más claro, agua. Va a acabar teniendo razón Rajoy cuando deja pasar ese agua como si lloviera.

Al escucharle no pude menos que recordar a aquel dirigente comunista que recorrió el período constituyente reclamando un gobierno de concentración desde la tribuna del parlamento, viniera o no a cuento. Era Santiago Carrillo. Su sucesor, Julio Anguita cambió el leitmotiv: “programa, programa, programa”, repetía para eludir los requiebros socialistas.

Junqueras dice lo que quiere decir y sortea las contradicciones propias o refutaciones ajenas con un elegante “no me sabré expresar”. Pero tan bien se expresa que su mensaje es el más claro que oírse pueda a un separatista: la soberanía nacional reside en el pueblo… de cada una de las naciones. La nuestra es Cataluña. Es decir, no me vengan con el cuento de la Constitución Española –“la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”- porque esa no es nuestra nación. Y, además, no hay un solo artículo de la Constitución que prohíba el referéndum. Dejar al pueblo catalán que hable es pura cuestión de voluntad política.

Así que ustedes hagan lo que quieran que yo haré lo que a mí me dé la gana, viene a decirle al Congreso de los Diputados de cara a la sesión del próximo día 8 sobre la toma en consideración de la propuesta de referéndum.

Y deja muy claro que no tiene ninguna prisa por tomar el poder. Comenta que las encuestas pasan factura a CiU a favor de Esquerra, no del PP ni del PSOE pero que seguirá apoyando al gobierno de Mas mientras vaya por el buen camino hacia la independencia. Pero antes de otras elecciones, que el pueblo hable, porque ER antes que independentista es demócrata, y la mejor forma de democracia es el referéndum… Así evita responder a si su partido declararía unilateralmente la independencia en caso de ganar las próximas elecciones.

El futuro es mejor que lo decidamos nosotros, afirmó solemne. Más allá del juego de muñeca con que toreó a los entrevistadores ¿sería capaz Junqueras de explicarle a ese pueblo que pone por delante qué futuro mejor podría esperar en un país chico y sin alas, incapaz de mantener sus infraestructuras sanitarias, o de comunicaciones, o de seguridad; en fin, el estado de bienestar al que está acostumbrado?

Se iba a enterar el pueblo catalán de lo que significa la democracia directa…

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Posted lunes, marzo 31st, 2014 under Política.

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