Jugar con fuego

Allá te las apañes

Allá te las apañes

Resulta lamentable que la dirigencia del partido socialista no haya tomado nota de que jugar con fuego acarrea duraderas y costosas consecuencias. Aún estamos pagando el coste de los bomberos dedicados durante más de dos años a sofocar las llamas prendidas desde el Gobierno por su anterior secretario general.

Si se hubiera producido un cambio generacional, un ajuste interno de cuentas o cualquier otra modalidad de ruptura tal vez fuera otro el talante de quienes hoy lideran la oposición. No ha sido así; al frente del partido está quien vicepresidió el último Gobierno Zapatero. La única renovación, al margen de la impuesta en las instituciones por las urnas, se ha producido en la presidencia de una región corroída por la corrupción: la Andalucía que presidieron sucesivamente el anterior y el actual presidente del partido; o de la federación de partidos, que esa es otra.

¿Qué es hoy el partido que fundó Iglesias? El tipógrafo marxista que supo resistir las tensiones de los extremistas que se escindieron en los partidos Comunista Español y Comunista Obrero Español, hoy se  haría de cruces viendo a sus sucesores soplar sobre el último rescoldo de fuego por ver si prende la llama.

Y por ese camino van consolidándose como los grandes conservadores de lo más caduco del país; ningun partido como el socialista se opone a las reformas de cualquier tipo, como si la sociedad española y su maquinaria estatal vivieran una edad dorada, como si sus  normas y malos usos promovieran la creatividad y el empuje que propicia la libertad. No, ni un paso atrás; vivan los escombros del fuego con que nos divertimos, los derechos adquiridos durante el franquismo, y hasta el de decidir sobre su coño como, tetas al aire y bragas en mano, unas energúmenas restregaron al viejo cardenal hace unos días en Madrid.

Lo lamentable del caso es que con ese estúpido negacionismo están cayendo en la trampa de la realidad. Por ejemplo, aventar una lectura torticera de los últimos datos del paro, como hoy hacía Rodríguez para pedir la derogación de la legislación laboral, son ganas de meterse en un lío del que malamente saldrán cuando la tendencia que esos mismos datos anuncian consolide mes sobre mes la creación neta de empleo. Proclamar que lo peor está por llegar son ganas de atizar la hoguera por ver si prenden unas cuantas huelgas generales y la marcha se paraliza.

Sabiendo como deberían saber que la máquina más afinada para la destrucción del empleo es la rigidez de los contratos de trabajo no se entiende su empecinamiento en mantenerla.

Sabiendo como saben que la reforma es pieza clave para la normalización laboral ¿adónde conduce echar carnaza a los parados? Eso es volver a jugar con fuego.

Como jugar con fuego es proclamar como objetivo de futuro “cargarse” las leyes aprobadas por el parlamento. ¿Qué juego democrático está proponiendo a los españoles todo un partido de gobierno, no una simple minoría radical sin responsabilidades a la vista?

Solo ante el peligro, High Noon, Zinnermann, 1952. En el lejano oeste los habitantes de Hadleyville dieron la espalda al sheriff Kane ante la llegada del pistolero Miller. Tras el último disparo que cerró la crisis comenzaron a salir de sus casas; quedaron como cochinos. ¿Ese es el papel que quieren jugar los herederos de Iglesias, González, Zapatero o mañana los de Rubalcaba?

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Posted martes, febrero 4th, 2014 under Política.

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