Lejos de la sociedad

El mapa del tesoro

El mapa del tesoro

Cada vez más lejos de la sociedad, los políticos actuales han conseguido lo que durante tanto tiempo rechazaron sus predecesores: generar una nueva clase, la clase política. Y una profesión, un medio de vida.

Resulta desalentador que los relevos se produzcan siempre desde dentro de las organizaciones. ¿Recuerda alguien la llegada reciente al mundo político de un ciudadano conocido por haber hecho algo, a cualquier nivel, en los círculos académicos, empresariales, culturales, deportivos…? No, sólo afloran los que al cabo de años se hicieron con la clave, el mapa interior de la pirámide del poder que escalaron a base de codazos.

Las nuevas levas se nutren de la cantera partidarias, de las organizaciones juveniles en las que, como en otras sectas, se cultivan los peores modos de contemplar el conjunto de la sociedad. ¿Cómo no va a estar la política polarizada en torno a sectarios de todos los colores? Eso es lo que produce el progresivo distanciamiento entre el ciudadano y sus agentes públicos. Y el aislamiento de estos, sean legisladores o ejecutivos, se traduce en las barbaridades y banalidades que tienen atónito al común.

Nada bueno puede salir cuando el debate político nacional no sobrepasa los niveles de la disputa entre conejos sobre si sus perseguidores eran galgos o podencos. La historieta terminó como terminó, y como de una fábula se trata, Iriarte advirtió: “Los que por cuestiones de poco momento dejan lo que importa, llévense este ejemplo”.

No será que nuestros días carezcan de asuntos de gran momento –importancia, peso, trascendencia, según la RAE- como para que no vuelvan a surgir de la sociedad personas sensatas, capaces de haberse ganado honradamente el pan con su trabajo y alérgicas al sectarismo. ¿Seguiremos condenados a la perpetua cooptación, a escuchar a un líder que cuenta con las bendiciones del fundador, a ver cómo lo que realmente importa sigue preterido por las tristes cuestiones del “y tú más”?

Compartir entrada:
Posted jueves, octubre 3rd, 2013 under Política.

3 comments

  1. El sistema electoral es lo que principalmente da lugar a que los políticos estén cada vez más lejos de la sociedad. Necesitamos un sistema electoral nuevo que tenga circunscripciones uninominales, que haga que los candidatos tengan que ir a ellas, se den a conocer y la gente, la cual conociéndoles, les vote o no, y les pueda exigir responsabilidades; que no permita las listas cerradas en circunscripciones grandes donde los partidos tienen el poder de decidir quién está en política y que permite que los parlamentarios terminen siendo empleados de los partidos que les incluyeron en las listas.
    Algunos ya lo sabemos, pero necesitamos ser muchos más, y sobre todo gente de prestigio que lo dé a conocer a la generalidad del publico. Me pregunto si el Sr. Ysart está interesado en hacer cambiar el sistema electoral de esta manera .

    • La respuesta es «sí». Y. además, combinando los distritos uninominales con una parte menor de escaños a repartir proporcionalmente a escala nacional entre listas partidarias, fijando un suelo mínimo -a escala nacional, insisto- en torno al 6%.

  2. Gracias por su contundente y positiva respuesta; sé que hay mucha gente que quiere que se cambie el sistema electoral, que trabaja para ello, yo mismo recojo firmas en una petición de Change que puede ver en mi página web, y que lamenta que esos esfuerzos este desperdigados.

    A esa gente le gustaría que hubiera una coordinación y que la llevara a cabo gente de prestigio e independiente, que fuera capaz de plantear un sistema de elecciones adecuado como el francés, el alemán etc., recoger un par de millones de firmas y forzar a que llegue este deseo a buen puerto.

    A esa gente también le gustaría escuchar las reflexiones del Sr. Ysart sobre el tema. Gracias.

Leave a Reply