El arte de pactar

La vicepresidenta lo adelantó en Berlín

La vicepresidenta lo adelantó en Berlín

Pactar es un arte, no un negocio. Hace un par de días la número dos del partido socialista trataba de cubrirse frente a sus críticos diciendo que comparte la preocupación de quienes dicen ¿qué hace el PSOE cerca de este PP? Y seguía haciéndolo cuando para justificarlo decía: “El acuerdo recoge nuestras posiciones. Es el PP el que ha ido viniendo a nuestras posiciones” Tan así debe de ser que Valenciano no tuvo empacho en afirmar que Rajoy se había convertido a la socialdemocracia. Y por si hicieran falta más matices añadió ayer: “El pacto es puro PSOE”.

Imagínense esgrimiendo excusas semejantes a todos los firmantes que acabaron sumándose a las propuestas contenidas en  la proposición no de ley que Rajoy lleva en su cartera a Bruselas. Sería francamente cómico escuchar a los nacionalistas vascos y catalanes reconocer la enorme comprensión que Rajoy acabó mostrando ante sus reivindicaciones separatistas, o a Rosa Díez confesar que, como acostumbra, Rajoy ha atendido sus reclamos… y así, cada uno tirando de una esquina del papel, ¿en qué acabaría el pacto suscrito por el 95% de la Cámara?

Metas como la alcanzada sólo son posibles cuando hay un interés común como punto de partida. En ese caso era claro: mostrar ante la Comisión Europea que, por encima de las apariencias, en España se ha abierto un espacio al sentido común; que la inmensa mayoría de los españoles está unida para pedir y para ofrecer. Piden que se cumpla lo ya acordado, y ofrecen como garantía los sacrificios que soportan para ponerse al día.

Así es como nacen los pactos: con un objetivo claro y buena fe compartida. Los siguientes habrán de tener más enjundia y diferencias que superar.

Que los gerentes de cada parroquia tengan que explicar a sus fieles el sentido de lo acordado va de suyo, y máxime cuando arrecian tensiones internas. Esa es su responsabilidad, forma parte de la pedagogía que deberían practicar las cúpulas de la partitocracia si su atención sobrevolara el cortoplacismo de las encuestas y otras zarandajas cotidianas.

En los pactos políticos de altura todos ganan; por eso se alcanzan. De ellos no cabe esperar rendimientos ni ventajas particulares. El “nos hemos salido con la nuestra” vale para los negocios, que no es el caso. En estas lides se trata de “que los demás se salgan con la nuestra”. En eso estriba el arte de pactar.

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Posted martes, junio 25th, 2013 under Política.

One comment so far

  1. Rajoy ha confiado en que, ante algunas de las posturas que se están defendiendo en Cataluña, «la sensatez y el sentido común vuelvan», porque, de lo contrario, ha dicho que «las cosas van a ser muy complicadas».

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