Pena de oposición

La socialista Romero, izq., feliz con la bilduetarra Ormazábal, der.

A nadie debería servir de consuelo que la oposición sea peor que el Gobierno; realidad tan penosa obliga a la sociedad a encontrar nuevas vías o fórmulas para normalizar su vida. Los meritorios esfuerzos para ajustar las cosas a las hechuras reales del país que hacen los que gobiernan son mecánicamente infamados por los de enfrente. Lástima no dedicaran su tiempo a mejores empresas que la de torpedear la incipiente salida de la debacle en que metieron al país.

Ahí queda lo vivido en el Congreso la mañana de hoy, miércoles 19 de diciembre. Ni una palabra sobre el dislate con que se presentará el futuro gobierno de la Generalitat, una vez que ERC ha torcido el brazo siamés de Mas y Durán. El jefe de la bancada socialista, la misma que hace un año respaldaba el gobierno Zapatero, gastó su oportunidad en reclamar datos sobre las recientes regularizaciones fiscales. Ni siquiera el atentado a la unidad de mercado mereció la atención de un partido con vocación de gobierno.

Simultáneamente, quizá para iluminar los caminos de su política, los socialistas pactaban con Bildu los presupuestos de Guipúzcoa, a los que se oponen PNV y PP. Es decir, puestos a elegir pareja para el fandango vasco, la filial que regenta López, ex lendakari que fue gracias a los votos de los populares, ofrece su mano a los radicales que justamente la semana anterior vetaron en Madrid sus conmilitones nacionales para no verse mezclados en un recurso contra el Gobierno. «Algún día será posible que en Euskadi haya gobiernos de izquierda«, dijo satisfecha la socialista Rafaela Romero. Actuaciones así, de las que no han salvado ni una semana en todo el año, recuerdan el estrafalario deambular del pollo recién decapitado.

Lo de la tasa sobre los depósitos bancarios que anuncia el gobierno en funciones de Mas -¡en funciones!- revela que  puestos a amenazar con romper el país no pararán en mientes. Ahora, el sector financiero. ¿Sabrán los de ERC que la mayoría de las transacciones sobre cuentas corrientes y depósitos de cierta importancia se hacen a través de la llamada banca electrónica? Los de CiU, sí; incluso parece que conocen mejor otros medios de deslocación monetaria.

Pero, en fin, ambos como buenos socios tendrían que explicar qué ganan los ciudadanos catalanes teniendo que cambiar sus cuentas a sucursales bancarias en la vecina Aragón, por ejemplo. Porque los bancos no van a cargar con la tasa y la trasladarán al cliente de una u otra forma, naturalmente. Parece que al PSOE no le importa poner una china más en los engranajes del sector financiero; lo de que fluya el crédito a personas y empresas, un mero decir.

Son cuestiones que dan la justa medida de lo que pesan los intereses generales de los españoles en la política de socialistas y nacionalistas burgueses. El resto es paisaje en el que no merece la pena distraer la atención.

Y, sobre todo, ¿cuántos parados encontrarán trabajo con procederes y medidas de semejante tenor?

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Posted miércoles, diciembre 19th, 2012 under Política.

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