Doble lenguaje

Otra batalla europea

El secretario general de los socialistas pidió en el Congreso al Presidente del Gobierno que pelee en el Consejo Europeo que el fondo de rescate europeo pueda recapitalizar directamente a los bancos “porque llegaríamos a una fórmula más justa y aliviaríamos nuestras tensiones de deuda”.

En la sesión de control al Gobierno Rubalcaba garantizó a Rajoy el respaldo del PSOE y que defenderá entre los socialistas europeos las propuestas españolas. “Va usted con el apoyo del Grupo Socialista… Va con la posición reforzada que da el apoyo de esta Cámara y eso creo que es un ejercicio que los ciudadanos españoles nos piden estos días de enormes dificultades”.

Daba gusto escucharlo, al fin una de solidaridad patriótica de no ser porque a esas horas los ministros económicos europeos emitían una nota rechazando la pretensión española: “The Fund for Orderly Bank Restructuring (FROB), acting as an agent of the Spanish government, would receive the funds and channel them to the financial institutions concerned. The Spanish government will remain fully liable and will sign the Memorandum of Understanding and the Financial Assistance Facility Agreement”.

El cuarto de los seis párrafos del statement del Eurogrupo –“el gobierno español será plenamente responsable y firmará el memorándum y el acuerdo sobre la ayuda financiera”- convertía en agua de borrajas los buenos deseos, respecto de este punto concreto, del jefe de la bancada socialista. ¿Sarcasmo dictado por el estado de la opinión pública con que justificó su apoyo, o simple desinformación? La sospecha es lamentable pero también inevitable; demasiadas han sido las ocasiones en que portavoces socialistas trataron de manipular la opinión pública con el uso de un doble lenguaje, siempre impropio y más aún en estas circunstancias. ¿De qué apoyo hablan cuando las comunidades andaluza y vasca ya han levantado su voz contra las medidas de ahorro farmacéutico?, por ejemplo.

Cierto es que este extraño proceder no es de hoy. Hace poco más de un año el entonces ministro del Interior socialista anunciaba que su gobierno impugnaría ante la Justicia los estatutos de Sortu. Era el 7 de febrero de 2011. El ministro y vicepresidente de aquel Gobierno que no cejó, a través de la fiscalía y de la abogacía del Estado, hasta ver ilegalizada aquella nueva marca de ETA es el mismo Rubalcaba que ahora se siente confortado con la anulación de aquella sentencia del Supremo por la que entonces peleó.

Quizá se trataba de demostrar con hechos que los acuerdos con la banda terrorista no eran tales, sobre todo en puertas de una convocatoria electoral para la que él mismo sería nominado candidato tres meses después. En fin, así son las cosas.

Lo último de los convergentes catalanes es harina de otro costal. Cuando apoyan ocasionalmente alguna de las medidas del gobierno popular suelen escudarse tras su autoproclamado sentido de la responsabilidad. Y qué mayor muestra de tal sentido que hacer una encuesta para publicar en estos momentos que la mayoría quiere independencia. Es la noticia que esperaban leer en Bruselas para, al fin, fiarse de la capacidad de los españoles para sacar sus problemas adelante. ¿Cómo no confiar en el país del que un 20% del total nacional dice no querer compartir destino, un futuro común, el pago de las cuentas pendientes, etc.?

Hay maneras menos lesivas de distraer la atención de las investigaciones judiciales en curso sobre sus fuentes de financiación tramposa. Lo del gobierno catalanista añade al doble lenguaje el bonito juego del escamoteo. Váyanse ustedes a paseo.

Menos mal que aún nos queda la Selección nacional.

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Posted jueves, junio 28th, 2012 under Política.

One comment so far

  1. Pero acaso había alguien qué no estuviera convencido de que iban a exigir la garantía del Estado español, con el consiguiente aumento de tensión en nuestra deuda pública? Cómo van a dar un crédito de hasta 100.000 millones de euros a unas entidades financieras cuyos ratings, salvo el de siete con medianas calificaciones, son bonos basura?

    El señor Rubalcaba, por llamarle algo noble es un cínico de libro, hombre de una maldad infinita, el único cantabrón que no es de fiaR, NI CABAL, NI LEGAL.

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