Zapatero se va pero se queda

Zapatero abrió la puerta esta mañana en su Comité Federal. No puede más; incluso adujo razones de índole personal -familiares- para justificar su “hasta aquí he llegado”. Pero tampoco sale del todo. Para junio anunció la apertura de las primarias que designarán el siguiente cartel electoral. Entre tanto y hasta el final de la legislatura, las reformas; todas las reformas no hechas en los tres últimos años dice que las hará de golpe.

El pobre hombre confía en que el anuncio hecho en su discurso restaure la calma en un partido sumido ya en guerra civil entre rubalcabas y chacones. Quiere pensar que las circunstancias le permitirán sacar adelante un montón de cosas en las que no cree pero a las que la UE le obliga. Sueña con que el paso del tiempo dé un respiro a las cifras del paro, sobre todo despues de expurgar el trabajo subterráneo, una de las medidas que emprenderá con más ahinco.

Habiéndose equivocado tanto y sobre tanto, ¿por qué ahora su prognosis va a ser certera? Rodríguez Zapatero ha abierto una crisis que puede no controlar. Como no controló la otra crisis, la de los cuatro millones y medio de parados con una inflación sobre el 3%; como tampoco pudo controlar la del Estatuto catalán ni las negociaciones con ETA.

Confía ahora en que las primarias darán en septiembre un candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Con o sin ese nuevo líder, ¿podrá el pato cojo sacar a delante los presupuestos generales del Estado?, ¿tendrá los apoyos necesarios como para superar la oposición de los círculos de intereses a las reformas pendientes, comenzando por los sindicatos? ¿realmente dedicará las suficientes energías al gobierno de los acontecimientos del país, más allá de su partido?

Rodríguez Zapatero parece ignorar que la credibilidad es hoy su problema fundamental; tiene otros, pero ese es el que hoy le atenaza. El guirigay en que andan los barones de su partido no es un ejercicio democrático de libertad de expresión, como dice, sino puro despelote, la descomposición de un liderazgo; lo que suele ocurrir cuando el barco se escora con peligro.

Piensa que ha tomado la mejor medida para su partido, y será cierto. Los intereses generales hubieran estado mejor atendidos proponiendo a todo el país unas elecciones no primarias, generales para elegir ya un nuevo presidente.

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Posted sábado, abril 2nd, 2011 under Política.

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