Prohombre de Convergencia, aspirante de nuevo a presidir la alcaldía de la ciudad condal, Xavier Trías (Chavié para los telediarios) hizo el ridículo el domingo yendo a depositar su papeleta en una especie de referendo privado sobre la independencia de Cataluña. El doctor Trías, de quien personalmente he tenido la mejor opinión desde cuando por el año 2.000 andaba más por Madrid, se sumó a la provocación escoltando, o escoltado, por el hijo del honorable Pujol, Oriol de nombre y cuya anchura de pensamiento queda plasmada en el último post de su blog.
Por si fueran pocas las desgracias causadas por los planes educativos puestos en mano de los nacionalismos -todos jibarizan las mentes-, ahora es de lamentar el ejemplo dado por el Dr. Trías, posible futuro alcalde de Barcelona.
Probablemente sería un excelente alcalde si pudiera romper las actuales redes clientelares del PSC, desde 1979 al frentre la Casa que enfrenta al Palacio de San Jorge. En ello confía alguien con criterio, caso del profesor Manuel Castells, que en extensa carta explica su apoyo al “cambio positivo”, bandera que usa Trías. Pero…
Nunca es buena la acumulación de poder sin los contrapesos necesarios. La libertda de las personas acaba sufriendo y floreciendo EREs y otos desmanes como los que ensucian nuestra geografía. Cataluña es más diversa de lo que abarca la coalición CiU.