La Junta andaluza y los Ruiz Mateos

Más acá de Japón y de Libia hay cuestiones que pasman de asombro. Una es la cueva de Alí Babá descubierta bajo uno de los patios del palacio de San Telmo que hoy cobija a la Junta de Andalucía despues de haber sido seminario, residencia de los Montpensier y Universidad de Mareantes, advocación esta última que le viene pintiparada. Otra, Rumasa, el segundo gran timo de la saga Ruiz Mateos, José María.

Ambas historias tienen deje andalusí. En la de los socialistas, 33 años ocupando el gobierno de la Junta, quizá apenas estemos en la entrada. Su pesidente, el exministro Griñán, ha cifrado en €10 millones el fraude cometido con los fondos para la regulación de empleo. El monto puede ser ese o cualquier otro, porque va creciendo a medida que avanza la investigación sobre los seiscientos y pico expedientes.

Pero no toda la creatividad se volcó sobre los ERE; otra investigación tiene ocupada a la Guardia Civil revisando el uso de fondos de la UE destinados a “nuevas contrataciones bajo la modalidad de fijos discontinuos o transformación de contratos temporales indefinidos”.

Ni más ni menos; con epígrafes así cómo no activarse las meninges de los Rinconetes y Cortadillos de hoy. Sobre a quién corresponda el papel de Monipodio discuten dentro del socialismo andalusí, si el jefe del patio al actual o al anterior presidente, Manuel Chaves, hoy vicepresidente tercero de R. Zapatero.

La de los Ruiz Mateos no tiene nombre preciso, toca tangencialmente varios delitos económicos y societarios, timo incluido. El problema laboral que han creado no es menor; incluso tremendo socialmente, dado el panorama del empleo en el país. Y además del fraude societario del holding que nunca existió,  la estafa financiera de los pagarés. En este último caso, como en la mayoría de las suertes registradas de timo, a un lado están los timadores y enfrente abundan los pícaros timados. Pícaros, ingenuos quién sabe; quién sabe cuántos pícaros compraron los pagares basura con dinero negro y cuántas personas con posibles y en sus cabales pudieron creerse lo del 8% y más de rentabilidad anual.

Pero sobre todo, ¿cómo puede fiarse un ciudadano español del personaje que nos costó más de 600.000 millones de pesetas hace veintisiete años, equivalentes hoy a unos €5.000 millones?

Guerras aparte, y estamos en tres, nos cercan demasiados golfos apandadores llenos de creatividad para salvarse de la crisis. A costa de nuestros impuestos, claro.

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Posted miércoles, marzo 23rd, 2011 under Política.

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