No es siempre cierto eso de que cada país tiene el gobierno que se merece. España no ha acumulado tantos deméritos como para tener al frente de su Gobierno a Pedro Sánchez Pérez-Castejón. En los últimos cien años no ha pasado por la cabecera del banco azul un personaje tan vano como el doctor de marras.
Cada aserto suyo lleva el germen de una mentira. Desde su investidura como presidente para convocar «elecciones inmediatas«, las mentiras marcan su viaje a no se sabe dónde como las piedras que Pulgarcito iba soltando por el camino para volver a casa. Tan conocidas y recientes son que no ameritan aquí su recordatorio.
Pero lo vivido en los últimos cuatro días termina de definir la personalidad de un arribista insoportable.
Comenzando por la firma del acuerdo con Iglesias Turrión para presentar un proyecto de presupuestos con mayor apoyo que el de su exigua representación parlamentaria. Era una partida entre pillos jugando a ver quién engaña a quién. Sánchez jugando una baza electoralista para morder en el electorado podemita –para izquierdista, yo- y el de Podemos abriendo la puerta a un gobierno de coalición; tal para cual aspirando a lo más alto. Continue Reading ▶






