¿Recuerdan aquella estupidez: “No se puede consentir que la salud de nuestros hijos o de nuestros padres dependan de un multimillonario. Que se entere el señor Amancio Ortega: una democracia digna no acepta limosnas de millonarios”? Son palabras del actual vicepresidente segundo del Gobierno pronunciadas en junio del pasado año.
La fundación del empresario gallego acababa de anunciar una donación de 300 millones de euros en equipamientos hospitalarios contra el cáncer. La candidata podemita al presidir la Comunidad de Madrid, una tal Sierra, – ¿se imaginan Madrid en tales manos? – vino a decir que se metiera el dinero por donde le gustara, porque “la sanidad pública no puede aceptar donaciones de Amancio Ortega”. Y su jefe echó el citado cuarto a espadas en su defensa. De ello hace menos de un año. Continue Reading ▶