Dejen ya de mentir, ofenden

El Gran Berta de la I Gerra Mundial impresionó pero con él no se ganó la guerra.

Los señores de la coalición que llamaron de progreso viven en las nubes; no en la nube, no: en las nubes. Vamos, que no se enteran.

No terminan de percatarse de la dimensión del cabreo que acumulan los ciudadanos que, además del mes y medio de enclaustramiento, ven cómo la chapuza sigue sirviendo de manual al mando único. Y en esto, como en lo referido a la vulnerabilidad ante el virus chino, no hay derechas ni izquierdas; el calentón afecta a todos por igual.

El clima ciudadano no está como para guardar discreción ni siquiera en los círculos gubernamentales. No hay nada infranqueable; hasta los muros de La Moncloa son permeables como el papel. Lo relevante no es tanto que se filtran informes y borradores de carácter interno, como que se denuncien errores y falsedades. ¿Por qué mienten? Continue Reading

Compartir entrada:

Rectifica que algo queda

Gabinete de crisis y en crisis.

Creo recordar que fue Fraga, jefe de la oposición entonces, quien le espetó al presidente González una frase que hizo fortuna: “el Gobierno sólo acierta cuando rectifica”. Aquello, dicho en los primeros años 80 del pasado siglo, hoy recobra sentido gracias al despelote del gobierno de coalición auto titulado progresista.

En el pandemónium en que estamos metidos pueden llegar a comprenderse fallas y errores de los encargados de la sanidad pública. También que los responsables de conducir el proceso a buen término no se ocupen como debieran de evitar que el país quede asolado y el virus dé paso al hambre.

Se pueden comprender, sí, pero todo tiene un límite. España es el segundo país del mundo por número de contagiados, el primero en relación con la población; y dejemos en paz a los fallecidos. Continue Reading

Compartir entrada:

Cuando las formas son el fondo

Reunión a distancia entre Casado y Sánchez con fruto: hacia posibles acuerdos parlamentarios

Hace tres o cuatro días escribía aquí que nuestro sistema no es presidencialista, y que más que una bonita foto en La Moncloa lo que ahora toca son acuerdos bien armados y precisos, todos los necesarios, programados en el tiempo y en el templo de la soberanía nacional, el Parlamento.

Pues parece que en esas estamos. Por fin se ha impuesto un poco de mesura entre los príncipes cristianos. La hecatombe ha jugado el papel pacificador que hace más de cinco siglos significó la irrupción de las armas de fuego en las grescas medievales que cautivaban a los príncipes cristianos.

Si la partida se juega limpiamente todos saldremos ganando con el resultado final, que no será de unos ni de otros. Ese es puntal necesario para que lo construido sirva a todos. Continue Reading

Compartir entrada:

El Estado compuesto

El presidente no quiere hablar con el jefe de la oposición.

En fin, habíamos oído de todo sobre la forma jurídica del Estado español, pero lo del “Estado compuesto”, fue introducido ayer noche por el presidente cum laude. El concepto no es nuevo; así se denomina el que está dividido en colectividades soberanas, política y jurídicamente. Un ejemplo, la Commonwealth of Nations británica: medio centenar de países soberanos e independientes que guardan lazos con el Reino Unido y su Corona. ¿Eso quería decir el jefe del Gobierno español?

Como queriendo explicarse, Sánchez añadió “El Estado compuesto, el Estado autonómico”. Pero lo del Estado compuesto puede dar mucho de sí… Como el “concepto discutido y discutible” que la Nación era para Zapatero.

Entre eso y el “todos y todas nosotros” con que se adornó en otro momento, el presidente sigue mostrando su capacidad más creativa e innovadora, o sea progresista. Aunque la verdad sigue cogiéndole ausente. Miente, como cuando culpó a los medios de publicar disensiones que no existen en el seno de su gobierno progresista. Continue Reading

Compartir entrada:

Acuerdos, en el Parlamento

En una democracia parlamentaria el Parlamento es eje y motor de la política. En el Parlamento los representantes de todos los españoles eligen al presidente del Gobierno. Los diputados aprueban o rechazan la gestión del Gobierno en el Parlamento. En el Parlamento se elaboró y aprobó la Constitución. Y en el Parlamento el Rey la acata y jura defenderla.

Hoy carece de sentido político apelar a unos pactos forjados hace cuarenta y tres años precisamente para poder elaborar una Constitución para todos; ya la tenemos.

Recién estrenada la primera legislatura, sin reglas del juego definidas, el primer gobierno salido de las urnas propuso un gran acuerdo, sobre asuntos muy concretos a las fuerzas políticas para taponar la sangría económica que sufría el país. Fue un ajuste esencial para alcanzar el consenso constitucional, que era el objetivo final. Continue Reading

Compartir entrada:

Vivan las cadenas

Tan volubles como la veleta pero siempre apuntando a su propio interés.

La coalición sancho-comunista no repara en gastos, y no aludo a las ayudas vitales por las que siguen peleando el ministro del ramo y el vicepresidente de la propaganda. A lo que me refiero es la inversión hecha a través del CIS para poner altavoz a la turba que desde hace dos siglos, y en cuanto le dan ocasión, grita aquel “vivan las caenas” con que se cargaron los dos primeros años de libertades constitucionales vividos en esta tierra.

La historia fue tan chusca que en el recibimiento de aquel Fernando VII, corría el 1814, los populistas, entonces llamados absolutistas, desengancharon los caballos que arrastraban la carroza real para cargarla sobre sus propias espaldas.

Lo hicieron excitados por el manifiesto de un grupo de diputados que comenzaba hablando de una costumbre de los persas, para terminar ciscándose en la Constitución aprobada dos años antes en Cádiz.

Aquel monarca, hoy llamado felón, entró en Madrid bajo la advocación de “El Deseado” aunque nadie conociera sus intenciones. Después de fungir durante 7 años como rey absoluto abrió un trienio liberal que provocó la reaparición de los populistas, esta vez ampliando sus afanes: “vivan las cadenas y muera la Nación”, o sea el sistema.

Lo de las cadenas no es broma en esta tierra nuestra. Por uno y otro lado, siempre hay energúmenos prestos a propiciar nuestra salvación cargándonos de ellas. Sólo necesitan que algo o alguien excite sus conciencias con engañifas como ayer hizo Tezanos con el sondeo publicado desde su CIS.

Todo en él es una inmensa patraña destinada a glorificar al Deseado que hoy gobierna, a quien tanto deben Tezanos y otros.  ¿Pensará la gente hoy, con 19.130 muertos y 182.816 infectados en nuestras conciencias, lo mismo que cuando las cifras conocidas no llegaban a la mitad, que es lo que se sabía la gente cuando fue preguntada telefónicamente?

Un sarcasmo del que cuelgan cuestiones como intenciones de voto, identificación partidaria o si Casado lo haría mejor o peor que Sánchez. Y, sobre todo, la descalificación de los medios de información, mezclando churras con merinas; los bulos y calumnias difundidos por las redes con el trabajo de los medios profesionales.

La tentación totalitaria no es nueva entre los integrantes de este gobierno. El 3 de julio de 1914, un europarlamentario de coleta y melifluo hablar, en nombre del pueblo, como su admirado Chávez, pedía el control público de los medios de comunicación. Hoy es vicepresidente de la coalición gubernamental que apunta intenciones censoras amparada por ese 66,7% de españoles que Tezanos dice que quieren censura.

La preguntita, hecha telefónicamente, decía: “¿Cree Ud. que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?”.

¿Cómo dice usted? Repítame que no he entendido nada… deberían haber respondido los dos mil entrevistados.

¡Vivan las cadenas! No puede haber dos tercios de españoles dispuestos a tragarse, después del físico, un confinamiento mental. Aquello ya pasó hace muchos años. Que desde una institución pública se incite a reclamar cadenas para aherrojar la opinión pública es intolerable.

Vivan las cadenas si parecen buenas y son de reloj, cantaban los tres Ratas en la zarzuela La Gran Vía. Esas son las únicas cadenas propias de una democracia.

Compartir entrada:
Leave the first comment