Un hombre de palabra. En junio de 2014, concretamente el día 19, con la misma claridad que habló sobre la unidad de la Nación, el Rey Felipe VI afrontó otro problema de hondo calado, la falta de ejemplaridad en la vida pública.
“Los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren, y la ejemplaridad presida, nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia”.
Dicho y hecho. Ayer, cercados los españoles por el coronavirus, el Rey hizo público dos decisiones singulares. La primera, su renuncia a cualquier herencia que pudiera corresponderle personalmente de su padre. La segunda, que el Rey Don Juan Carlos deja de percibir la asignación que tiene fijada en los Presupuestos de la Casa de S.M. Continue Reading ▶