La causa de lo que nos pasa es mucho más clara de lo que se supone. ¿Se imagina usted un barco gobernado por un capitán recibiendo guantazos de su timonel? Puede que acaben llegando a algún sitio; cómo, no se sabe; tampoco cuándo ni dónde terminará la aventura. Lo que no ofrece duda es que el pasaje lo pasará mal. Pues en esas estamos.
Cuando Sánchez llamó gobierno de progreso a la coalición que acababa de armar con Iglesias mintió como le es propio. Con el bolivariano no cabe gobierno merecedor de tal nombre, y el progreso… ¿Para quién será el progreso?
Nada puede progresar con este tándem egotista que no tiene otro horizonte que su mantenimiento en el machito conquistado con tan malas artes como la falsedad. Los zigzags marcan el rumbo de la nave en que cincuenta millones de ciudadanos ven cómo pierden salud y dinero a la velocidad con que caen las hojas del calendario. Continue Reading ▶