La llamada a la unidad por parte de Sánchez es tan ridícula que llega a lo obsceno. El tipo del “no es no”, y del “¿qué parte del no no ha entendido?”, vende unidad a los representantes del índice selectivo de la bolsa -tres cuartas partes de los cuales están sujetos a su mandato regulatorio-. Se la exige a Casado, insultado a la salida por la ministra portavoz. Y cierra el circo firmando con ERC abrir la mesa de las cesiones para que le entren a la muleta de los presupuestos.
La idea de unidad que tienen el doctor presidente es bien clara: la unidad consigo mismo. Continue Reading ▶