Atado y bien atado

Seguro de salirse con la suya, ignora lo demás

Conviene tomar nota de que el asalto a traición del CP puede tener efectos más duraderos de lo previsible. La reposición de la barrera establecida para la defensa de la integridad territorial de la Nación y del orden constitucional no sólo es cosa de que las próximas elecciones desalojen al felón de la cabecera del banco azul. El sanchismo es bien consciente de su capacidad y por ello lo concertó con golpistas catalanes, exterroristas vascos y otros comparsas de esta farsa en que ha devenido la política nacional.

No es menos cierto que otros gobernantes pensaron algo semejante años atrás. Antes del sanchismo, más demedio siglo antes, también el franquismo pretendió esposar las manos de los siguientes mandamases para que todo quedara atado y bien atado, sin que cupiera en la historia de España otro futuro que aquel mismo presente. Tal ensoñamiento se topó con la realidad de una sociedad que dijo “hasta aquí hemos llegado”, y con tanta determinación como buenas formas, hizo que las ataduras saltaron por los aires. Continue Reading

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A traición

De president a presidente, déjame a mí que todo llegará.

Sánchez atenta contra la Nación al borrar del CP el delito de sedición, una de las barreras que defienden la integridad jurídica, territorial y constitucional del Estado. Y lo hace alevosamente, faltando a la lealtad debida al procedimiento normado para legislar.

El presidente del Gobierno escamotea los controles establecidos para tramitar los proyectos de Ley, el tránsito del Ejecutivo al Legislativo, con la ficción de presentar una proposición de Ley nacida dentro de la propia Cámara a instancia de dos grupos parlamentarios: los que integran su gobierno, precisamente. Continue Reading

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El parchís, la oca y sandiós qué tropa

Sánchez se dirige a celebrar el día del recuerdo.

La tropa que mantenemos al frente de la administración del país está que se sale. Deben de ver lo suyo demasiado negro, de otra forma no cabe comprender las estupideces con que se divierten chapoteando. Todos, desde la presunta solvente vicepresidenta primera hasta el payasete de Cultura, Deporte y alguna cosa más, pasando por la de la transición ecológica, la de los jueces y la repipiada portavoz que no quiere jugar con Feijóo ni al parchís.

Yo-Yo y Mi Persona alimentan el fuego que alumbra el fondo de la sima hacia la que el común se desliza siguiendo los dictados de la tropa que comanda un tal Bolaños, el estratega de la fallida moción de censura en Murcia, operación en la que se cargó su partido y aquel otro llamado Ciudadanos, y sirvió en bandeja la comunidad madrileña a Ayuso. Continue Reading

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La burla

Dos presidentes, dos gobiernos, aliados para siempre.

Además de mentir cada vez que habla, Sánchez se burla de todos y de todo, hasta de su propia sombra. Se hace suave para arrancar un pacto ¿de Estado? sobre el gobierno de los jueces con los populares, les promete -con el mismo afán que prometió guardar la Constitución- que no se meterá a manipular el Código Penal como le exigen los golpistas catalanes, y cuando tiene enhebrado lo de los jueces, una ministra en sede parlamentaria anuncia que sí, que meterán mano en el Código para aliviar las penas de sus socios de referencia. Continue Reading

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Nos da más de lo que recibe

Mortadelo, otro maestro de disfraces.

Y ahora, como un vendedor de crecepelo. El líder, Mi Persona, no deja de sorprender transmutándose en lo que sea menester para vender sus averiadas ocurrencias. La despensa de sus disfraces es ilimitada, supera la del detective Mortadelo, el personaje de Ibáñez. Continue Reading

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Descortés y cobarde

Los Reyes, al fondo, esperando la llegada de Sánchez.

El espectáculo no lo fue tanto la llegada de la bandera al suelo ni las estelas rojas y gualdas por el cielo, no; el espectáculo lo dio el primer ministro que hizo esperar al Rey en el Paseo de la Castellana. Hecho tan insólito como común en el proceder del sujeto que, venga a no a cuento, tapa con una sonrisa el pánico que le producen las encuestas. Y cuando ha de enfrentarse a los que en esas encuestas se manifiestan, le entra el canguelo. La mueca sonriente se transforma en pánico que trata de aliviar amparándose tras la sombra del Jefe del Estado. Continue Reading

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