ETA ha revisado su forma de participación en las campañas electorales. Hasta ahora sus dirigentes la empleaban para amedrentar a la población; sin móvil partidista evidente, simplemente revolucionario: contra la democracia representativa, burguesa y opresora. En ese ara, los angelitos que ahora perdonan la vida a esta misma democracia opresora, sacrificaron 85 vidas de españoles. Ochenta y cinco vidas en doce campañas electorales; setenta y seis ante elecciones legislativas, el resto en campañas autonómicas, locales o europeas. Ochenta y cinco vidas, seis secuestrados y doce heridos en otros tantos asesinatos frustrados, entre ellos el del entonces jefe de la oposición. Ahora cambian las pistolas por comunicados.
La puesta al día de su estrategia revela un hecho clave: la resistencia opuesta por el Estado de derecho ha ganado la primera batalla, o el primer set, por emplear un término más civil. Esa resistencia, alentada por millares de víctimas y sostenida durante cuatro décadas por la sociedad española, sus principales fuerzas políticas, los cuerpos de seguridad y el poder judicial, es la causa real del desarme parcial de los terroristas.
La derrota ha impulsado al estado mayor del movimiento revolucionario, al MLNV, a cambiar de estrategia: del tiro en la nuca, el secuestro o el coche bomba, al asalto a las urnas. Es un paso civilizatorio, indudablemente, que supone un nuevo reto. La defensa del orden constitucional habrá de refinarse; ahora se juega con armas políticas porque lo que cuenta es la suma de votos. ¿Qué quiere cada cuál para el futuro de este país llamado España?
El “proceso democrático” emprendido por los radicales tiene un fin inmediato: enfrentar las instituciones del país vasco con las del Estado. Desde dentro: Amaiur. Es muy probable que el brazo político de los separatistas revolucionarios alcance a tener grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados este mismo mes. Y dentro de dos años podrían ser una fuerza determinante en el parlamento de Vitoria. ¿Qué papel jugará de aquí a entonces el PNV, seguirá viva la entente PSOE-PP?
Esas son las grandes cuestiones que plantean las nuevas armas que ETA mete en campaña, comunicados, entrevistas y foros internacionales. Lo otro, intentar capitalizar el cambio de los terroristas, como los socialistas hacen ya sin reserva, es sencillamente pueril.
Que ¿quién ganó la batalla al terrorismo? / Fuenteovejuna, señor. / ¿Quién es Fuenteovejuna? / Todo el pueblo, señor.